YEGUADA FINCA MAEZA, PEDROSO (SARIEGO), 78 HABITANTES
Cruz Maestre y Thomas Bares buscaban su lugar en un paraíso, y raíces para su hija, Christina. Hoy tienen unas novísimas instalaciones de cría de caballos de salto de competición y un proyecto que puede dar un gran impulso turístico a la Comarca de la Sidra

OCTAVIO VILLA

En el corazón de la Comarca de la Sidra, los atractivos son muchos. Buena comida, excelente bebida, un paisaje hermoso y relajante, iglesias románicas y prerrománicas… Buenas comunicaciones con la costa, con Gijón y Oviedo, con el Oriente. Lo tiene todo.

Y desde hace dos años, aún tiene más. La Yeguada Finca Maeza es un capricho. Un lujo. Y un negocio «pensado a muy largo plazo», explican sus promotores, el matrimonio compuesto por la madrileña de corazón y orígenes astures Cruz Maestre y su marido, el alemán Thomas Bares. Hace más de una década, viviendo en Chequia y con una hija que entonces contaba pocos años y comenzaba a montar a caballo, «decidimos buscar un lugar que Christina pudiera sentir como suyo. En 2010 nos hicimos con un terreno en Sariego y comenzamos con el proyecto. Y empezaron los ‘ya que’. Ya que nos metíamos a hacer una cuadra con picadero, podíamos hacer también una buena pista. Ya que hacemos una pista, podríamos entrenar caballos. Ya que los entrenamos, podríamos criarlos…»

En 2018 se abrió oficialmente la Yeguada Finca Maeza, en una finca colindante con el llagar Valverán y que, en conjunto con él, ofrece una imagen de modernidad, limpieza y proyectos solventes y claros difícil de equiparar. Hoy tiene una pista de salto hípico oficial de 50 por 100 metros, un picadero cubierto de 90 por 31 metros, 44 boxes de 3,5 por 3,5 metros, 15 boxes de 5 por 6 metros exclusivos para cría, una clínica de fisioterapia hípica con máquinas de ondas de choque y de diatermia capacitativa y caminadores, tanto en círculo como de rodillo y uno con aquatrainer.

 

Última tecnología para criar campeones. Caballos destinados a competir en concursos hípicos de primer nivel, y del mismo modo, a atraer a una clientela de alta capacidad adquisitiva.

Maestre y Bares son muy conscientes de que el prestigio de sus caballos está por encima de cualquier consideración cortoplacista. De momento, no se trata de vender, sino de invertir. En genética, por supuesto, pero también en cuidados profesionales. La yeguada da trabajo a algo más de veinte personas, todos ellos de la zona: «De Sariego, Siero, Nava… algún extranjero casado con una asturiana», dice Bares.

Explica en perfecto castellano que «nosotros queremos que nuestros caballos tengan buena genética, excelentes capacidades de competición, pero también que sean animales de buen carácter». Por eso el trabajo en pista es constante, diario y muy profesional. No hay pupilaje, ni clases de equitación. Ambos, Bares y Maestre, subrayan que Asturias tiene el campo abierto en la cría profesional de caballos de competición: «La región es excelente por el clima para los caballos, tanto para criarlos como para que, en primavera y verano, los dueños de caballos de alto nivel de la meseta los traigan, porque aquí pasan el estío mucho mejor». Ellos lo hacen bien, pero «hay gente que trabaja fenomenal en Asturias, como Casa’l Capellán, los de Fombona, los de Porceyo o los de Manzaneda, por ejemplo», indica Cruz. El año pasado ya se organizaron competiciones que trajeron a Sariego «210 caballos y unos 100 jinetes de primer nivel, y para este verano ya teníamos concedidos nuestros dos primeros concursos internacionales de salto, que ahora tenemos que posponer hasta el año que viene», indica Maestre. «Trabajamos para que Sariego sea un destino ecuestre muy atractivo», añade.

Impulso para una comarca
La inversión ha sido enorme, y del mismo modo tanto los animales como las actividades que organiza la yeguada son de alto nivel. Por ello, y también por el convencimiento de que el valle en el que se han instalado tiene futuro, Cruz explica que «hemos tratado con Turismo de la Comarca de la Sidra» para que «cuando organizamos concursos o actividades formativas (habilitación de jinetes, de jefes de pista, el reciente congreso de manejo y doma natural que dirigió el mexicano Chico Ramírez, el FEI para competidores paraecuestres, de nutrición, de hábitos posturales…) quienes vengan se alojen en hoteles y casas rurales de la comarca y hagan gasto aquí».

No son palabras vacuas. En los negocios del concejo se dicen maravillas de ellos. Entre todos pueden contribuir a dar impulso a la comarca. Cruz lo resume en dos palabras: «¡A sumar!».