J TERRONES – MALVEDO (LENA) – 24 HABITANTES
Manzana de sidra Terrones. Comenzó su andadura hace 10 años y es una de las explotaciones escogidas por el Proyecto Europeo Guardians para aplicar la inteligencia artificial al pastoreo

MARÍA JARDÓN

Después de toda una vida en la mar trabajando como capitán de la mercante y práctico de puerto, el amor tremendo por la tierra llevó a Jesús García de vuelta a su Malvedo natal, en Lena. Allí, junto con un socio, puso en marcha J. Terrones, una plantación de manzanas de sidra en alta montaña. El proyecto nació en 2014 y actualmente cuenta con 10 hectáreas de patrón franco y unos 2.600 árboles de 8 variedades, todas de manzana de sidra acogida a la Denominación de Origen Protegida. En concreto son de la Riega, Verdialona, Amariega, Raxao, Durona de Tresali, Regona, Blanquina y Xuanina.

Han sabido adaptarse a la perfección a un terreno de alta montaña y con una orografía muy difícil. «Introdujimos las ovejas desde el primer momento porque no son terrenos tractorables y necesitan mantenimiento continuo», explica García. «Hay un rebaño de unas 100 ovejas que hacen el trabajo de limpieza de la finca y abonan, pero como contrapartida tuve que proteger los árboles», añade. Disponen también de un par de máquinas, un tractor especial de montaña y una mini retroexcavadora y para ello Jesús García y su socio tuvieron que hacer la infraestructura porque era un terreno virgen. «Hay 5 kilómetros de cierre hecho a mano y las pistas, una enorme cantidad de trabajo y hay que tener en cuenta que fueron 10 años sin retorno», destaca.

Para ayudar con la polinización cuentan con unas 200 colmenas, todas ellas en el concejo de Lena. «Las tenemos distribuidas en dos focos para que polinicen toda la pomarada», explica Verónica Escorial, la apicultora del proyecto. Llevan 8 años trabajando con las colmenas y bajo la marca ‘El Casiellu’ distribuyen la miel en tiendas o directamente al consumidor. «Una colmena puede estar dando unos 20 kilos de miel, pero depende del año, y desde que entró la velutina lo puede reducir bastante», señala Escorial.

J. Terrones ha sido una de las explotaciones escogidas por el proyecto Europeo Guardians con el que, mediante tecnología, pretenden hacer un uso más eficiente de la tierra y preservar mejor la biodiversidad del territorio en el que se ubican, en concreto, «van a aplicar tecnologías de inteligencia artificial para demostrar esa capacidad que tiene el pastoreo en este tipo de pomaradas de alta montaña», entre otras cosas, destaca García.

Entre los inconvenientes a los que se enfrentan se encuentra el precio de la manzana, «que hace 15 años que no sube», y la gestión de las ayudas: «En los últimos 5 años nos han quitado la ayuda del ecológico, un error dramático que no sería intencionado pero hace que no compense estar en ecológico», lamenta Jesús García. Recalca que «los productores de manzana no nos hemos organizado de ninguna manera y estamos pagando las consecuencias». También influye que «el público no acaba de diferenciar bien la sidra DOP de la común», lo que hace que la mayoría de la manzana se vendan para sidra común. «De mi producción el 50% va para sidra común y el otro 50 para DOP, pero nunca fue para sidra ecológica», puntualiza.

Para García, sería necesario el compromiso de la gente mayor con el entorno para que más personas pudieran emprender en el medio rural. «Son los que tienen el dinero y hacen que sea posible algo como este proyecto», opina.

Tras media vida en la mar, su nuevo proyecto le aporta una «felicidad absoluta por hacer algo que me gusta y que perdure, porque no son árboles intensivos», recalca. «Asturias en general no puede ser intensivo, porque competiría contra territorios llanos y mecanizables, Asturias tiene que vender otra cosa», aconseja.