SAÚL BASTIÁN MONTEQUÍN. ALCALDE DE SARIEGO – 1.263 HABITANTES
«El alquiler, aquí, vuela. Hoy por la mañana te dejan la casa y en menos de tres horas está alquilada. Y hay gente que trabaja aquí y tiene que vivir fuera»

OCTAVIO VILLA

Vega de sariego. No fue concejal antes que alcalde, lo que no es excepcional, pero sí una rareza. Saúl Bastián nació en 1979 en un pueblo con un nombre contradictorio, Barbechu. Y lo es, porque en plena vega de Sariego, lo que menos evoca ese valle es una tierra que se haya dejado descansar un año. Se percibe riqueza agroganadera en un paisaje casi de diseño. Allí, en una familia ganadera, Saúl compartió el trabajo familiar con su profesión de soldador, que le llevó a una temprana jubilación por una lesión crónica de cadera. Joven para retirarse de la vida activa, relata que «pensé: ‘tengo todo el tiempo del mundo y puedo hacer algo por Sariego, así que me tiré a la piscina’». La agrupación Promusa (Promoción Municipal de Sariego) le puso al frente de la lista en 2015. Y hoy sigue como alcalde, con mayoría muy absoluta (Siete concejales, por dos del PSOE).

– ‘Pegados a la tierra’, el programa de apoyo al desarrollo rural de EL COMERCIO, intenta eso, echar una mano a que los concejos más despoblados mejoren. Y muchos querrían estar como Sariego.
– Bueno, tenemos una situación privilegiada, con un valle muy fértil, con fincas muy llanas y extensas. En el centro de Asturias, con acceso a la autopista, al lado mismo de Siero, de concejos con una gran expansión que nos salpica en positivo.

–De Siero os viene gente a trabajar en el polígono industrial de Santianes.
–Sí. En Santianes hay más de 300 trabajadores. Al estar tan bien conectados, hay gente viene a trabajar aquí y tiene que vivir fuera.

– Porque hay problemas de vivienda.
– Sí, en Sariego se construyen entre seis y diez viviendas al año y vienen jóvenes a vivir. Pero tenemos un problema con el alquilerSí. Es increíble. Hoy por la mañana te dejan la casa y en menos de tres horas la tienes alquilada otra vez. El alquiler, aquí, vuela.

– El polígono tiene sólo una parcela por desarrollar. ¿Hay planes para ampliarlo?
– Sí, tenemos ahí otros 50.000 metros que podrían desarrollarse. Y no hay que olvidar que el polígono ya existía antes de que la autovía llegase aquí. Y ahora estamos al lado de Siero, pero sin los precios de Bobes, ni mucho menos. Es más, la autopista nos sitúa en un lugar estratégico para la logística de empresas de Cantabria y el País Vasco.

– Pero la ubicación del polígono se come una buena parte de los mejores terrenos de vega. Hay mucha ganadería, pero muy poquita agricultura. ¿Habría que reorganizar los aprovechamientos agroganaderos?
– Yo creo que la agricultura aquí no se explotó lo suficiente, y hay muchas actividades que pueden convivir. Si se hiciese una buena concentración parcelaria para optimizar las fincas, se podrían desarrollar mucho mejor cultivos y ganadería. Lo que no puede ser es que haya fincas de 500 metros cuadrados aquí, 1.000 allí y otros 2.000 allá. Trabajar así conlleva muchos gastos, muchos cerramientos, muchos tiempos perdidos. sería interesante plantear una concentración parcelaria parcial y luego irla desarrollando por zonas, y promover más la agricultura, porque para la ganadería tienes las laderas del monte.

– Uno de los proyectos llamativos del concejo es una concentración de invernaderos que tiene cerca de Vega una chica.
– Sí, su madre tenía ganado y trabajaba en la mina también –cerca de Sariego está Lieres–. Fue una ganadería potente, pero decidieron cambiarlo todo a la agricultura. Hoy hablo con su padre y me dice que si hoy empezasen de nuevo no volvía a tener vacas, sino invernaderos. También hay unos chavales que vinieron de León, ingenieros agrónomos, que también pusieron invernaderos y están muy contentos.

Tres grandes proyectos

– ¿Cuál es la clave para que Sariego tenga en su zona norte una yeguada como la de Maeza y dos bodegas del nivel de Valverán y el llagar nuevo de Trabanco?
– Bueno, y tenemos empresas muy potentes en el polígono, y algunas fuera de él. A ver, Maeza. Para nosotros es un lujo contarle a la gente que tenemos esa yeguada aquí. Sus dueños apuestan por el medio rural, por Asturias, mezclan cultura, dar visibilidad al arte, a la investigación en genética . Para mí son un referente cuando hablamos de proyectos que encajen y que asienten población. Dan trabajo a 30 personas de forma directa más los empleos indirectos que generan, no hay que olvidarlo. Creo que hay dos claves para que Maeza, Valverán y Trabanco se instalasen aquí. Una, que geográficamente estamos muy bien ubicados y tenemos terrenos muy llanos y buenos. El otro, que somos una administración muy cercana y que apoyamos todos los proyectos, que nos volcamos en ellos. Aún así hay burocracia, pero tiramos por ellos, nos peleamos e intentamos ayudarles. Valverán tiene una finca de 80 hectáreas, de las que tiene plantadas ya 50 de pumarada, producen sidra de hielo y quieren, incluso, hacer visitas a la finca.

– Buena ganadería, decía. Pero no hay transformación, más allá de la que hace de la leche de sus vacas jersey Yaiza, la de La Saregana, que hace unos quesos muy grandes y yogurt de muy buena calidad. ¿Un ejemplo a seguir en la generación de valor añadido?
– Y tenemos a Borja, el del Abrelatas, que está haciendo aquí una vinoteca con tienda gastronómica y ha plantado aquí unas cepas. Se pueden hacer cosas si hay buenas ideas detrás y un buen plan de negocio.

–En Gijón se recuerdan con cariño los encuentros de la Peña de los Cuatro Jueces. Se dejaron de hacer, pero creo que ustedes quieren retomarlos, ¿no?
–Sí.

– ¿Qué hacen para recuperarlos?
– Pues estamos ahí, porque ya llevábamos unos años en los que habíamos hablado ahí de intentar retomarlo. Era un encuentro al que la gente iba por la tradición porque antiguamente era donde se juntaban los ‘jueces’ de los cuatro concejos (Gijón, Siero, Villaviciosa y Sariego), a repartir los pastos de los montes. Creo que la unidad entre los consejos es importante, y soy de los que piensan que cuanto mejor le vaya al de al lado mejor para mí también. Porque hay veces que somos cerrados y cada uno defiende lo suyo. Pero entonces, cuanto mejor nos llevemos y más unión tengamos y más tenemos todos juntos, va a irnos mejor a todos. Somos cuatro concejos muy complementarios, que entre todos nos ayudamos a tener un tejido socioeconómico muy interesante.

– ¿Tendremos encuentro ya el próximo mes de junio, que era cuando se celebraba?
– Vamos a intentarlo. Creo que es una cosa muy guapa, una tradición a recuperar.

– La carretera antigua de Villaviciosa, la del alto de La Campa, está un poco abandonada tras la apertura de la autovía.
– Se nota en La Campa, pero también se ha mejorado la zona del polígono. ¿Sabe lo que notamos mucho? La afluencia de ciclistas. Tanto en La Campa como en La Campina, que nos une con Nava. Son zonas con subidas muy llevaderas, y pasa una cantidad enorme de ciclistas, porque además son rutas muy bonitas. Y en la vega del Nora estamos adaptando una senda para personas con discapacidad.

– Lo que no está solucionado es la financiación de los municipios poco poblados.
– La financiación del Ayuntamiento nos coarta cada vez más, porque asumimos más servicios y cada vez tenemos menos fondos. Lo burocrático también nos ahoga, porque nos tiene atados de pies y manos, nos vuelve locos. Hay que revisar la financiación municipal, porque somos la administración más cercana al vecino, somos los más ágiles y de que lo podamos seguir siendo depende mucho que las empresas se creen y se estabilicen. Y eso genera trabajo, asienta población y la rejuvenece.

 

SU LUGAR ESPECIAL

El mirador de Perriellos
En la ‘Ruta de las cercanías del Cielo’, que cumbrea los límites de Sariego con Siero, Gijón y Villaviciosa, el mirador de Perriellos es una agradabilísima atalaya sobre un concejo que se dibuja a los pies como una vega feraz y muy activa. Al fondo, en siete u ocho planos sucesivos, Nava, Bimenes, Piloña y varias zonas de la cordillera, de los Picos a los montes de Aller, o incluso Las Ubiñas en un día despejado. Saúl, posando para la foto, exclama: «¡Escucha! ¡Está cantando el cuquiellu! ¿Tendrás dinero en el bolsu, ¿no?». La tradición popular, en vivo y en directo. A la bajada, Saúl habla de la fuente de agua salada de La Carcabada. Al otro lado de la cordal, en Villaviciosa, otra fuente de agua salada responde, curiosamente, al nombre de Sariegomuerto.