QUESERÍA ALEJANDRO CASIELLES – VEGA DE POJA (SIERO) – 990 HABITANTES
Sabor e imagen marcan la diferencia de los quesos de Alejandro Casielles: «Damos mucha importancia a la vista y los premios reconocen que, aparte de la presentación, los quesos están buenos»
MARÍA JARDÓN
El de quesero es un oficio que en Asturias suele heredarse, pero Alejandro Casielles, tras afrontar diferentes desafíos, como regentar un negocio de hostelería durante 14 años o una pequeña empresa de distribución para bodas y eventos en la que hacía cortes de jamón y preparaba tablas de queso, decidió coger el testigo de la quesería El Castañeu de Vega. Este químico ambiental nunca había hecho quesos, pero de la mano de los anteriores dueños, María José Gómez y Lalo Laruelo, aprendió todo lo necesario. «Estuve con ellos dos meses aprendiendo a hacer la elaboración como la hacían ellos. La base es la que tenían, intentamos hacer muy parecido, pero con algún cambio, como en la maduración y en el prensado», detalla.
Cogió el negocio justo una semana antes del confinamiento, algo que le vino «incluso bien» porque «estábamos dos personas y con lo poco que hacíamos nos íbamos manteniendo. Además, nos valió para estar ahí y situarnos un poco», y es que reconoce que lo más difícil del comienzo en su caso fue la organización. «Que te dé tiempo a vender, a distribuir y buscar algo diferente a lo que había en el mercado, porque son quesos con muchos años y quería intentar salir un poco de lo normal».
Una diferenciación que ellos han encontrado principalmente en la presentación estética, a la que le dan mucha importancia. Tratan de que los quesos estén bien envueltos y los colores vayan acorde con el logotipo, pero también ponen mucho cuidado al presentar los expositores. «Los quesos no es que sean mejores ni peores que los demás, tenemos al lado queserías que hacen quesos espectaculares, pero nosotros le damos mucha importancia a la vista y con los premios reconocen que, aparte de la presentación están buenos, porque si no, no te los darían».
Y es que en el poco recorrido que llevan ya han recibido numerosos reconocimientos. En los World Cheese Awards, desde que tomó el relevo de la quesería, siempre ha sido galardonado. Tres en la edición de su presentación celebrada en Oviedo, otros tres el año pasado y seis en el mundial de queso de este año. Estos premios «dan ánimos para seguir, para trabajar, para intentar mejorar», pero destaca que también son muy importantes los premios dentro de Asturias. «A nosotros nos vienen muy bien, porque nuestro mercado es aquí», y en esta línea también han logrado el «premio del público de Crivencar en la Semana de la Ascensión o en Avilés el de ‘Mejor queso de Asturias’».
Actualmente en la Quesería Alejandro Casielles transforman unos 120.000 litros de leche anuales para elaborar tres líneas de queso: de cabra puro; de dos leches, vaca y cabra; y otro de tres leches, vaca, cabra y oveja. Una producción que presentan en diferentes tamaños desde medio kilo hasta 3 kilos o incluso, 9 kilos y trabajan con maduraciones de entre 2 y 9 meses. «No es una producción muy elevada, pero es suficiente porque distribuimos en tiendas de cercanía o mercados, no estamos en grandes superficies y hacemos quesos muy personalizados», explica y añade, «intentamos buscar tiendas que nos acompañen durante el viaje, con las que haya buena conexión».
La quesería se encuentra en un «entorno privilegiado» y gracias a los premios «está poniendo Vega de Poja en el mapa», apunta Casielles. Junto a él trabajan tres personas en la quesería y otras dos que se encargan de la venta y distribución de los productos.
Finalmente, resalta la importante labor que hace la Asociación de ‘Queseros artesanos’ de Asturias, «sino a muchos no nos conocería nadie», señala, «me acogieron desde el principio y se aseguran que todos nuestros productos sean naturales 100% y artesanales».