PELLETS ASTURIAS (SANTA EULALIA DE TINEO) – 87 HABITANTES  
Luis García es el gerente de Pellets Asturias que produce 40.000 toneladas anuales de pellets de pino para uso doméstico, un combustible de emisión neutra. La empresa no para de crecer, en un mercado al que no se le atisba el techo de demanda

OCTAVIO VILLA

La primera declaración de Luis García sobre la historia de su empresa pone los pelos de punta: «Nacimos en 2011 y no sabíamos cuál era el tamaño del mercado». Pero lo que puede parecer una imprevisión rayana en la irresponsabilidad es en realidad la expresión de que el mercado del pellet para calefacción es un sector en expansión sin techo de demanda previsible.

Por eso, cinco empresas del sector forestal de la región decidieron unirse hace nueve años para afrontar esta aventura y, de paso, aportar un valor a la madera sobrante o no utilizable en carpintería. Para ello, se documentaron con profusión y visitaron varias empresas de Austria, donde el pellet goza de una larga historia.

La inversión fue potente. Diez millones de euros, con el apoyo de la entonces Consejería de Medio Rural y de los planes Miner, para generar una factoría altamente automatizada y prácticamente autosuficiente energéticamente, con una caldera de generación eléctrica por biomasa que consume unas 20.000 toneladas anuales de astilla de madera.

La empresa, hoy, genera 40.000 toneladas anuales de pellets y consume, además de lo empleado para la generación eléctrica, otras 80.000 toneladas de madera, fundamentalmente de pino, con algo de castaño y abedul. Da empleo a 16 personas y «genera muchos puestos de trabajo indirectos. La Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa calcula que se crea un empleo por cada 1.000 toneladas anuales de consumo de madera», explica Luis García.

La apuesta de Pellets Asturias es la de un único producto, el pellet doméstico de máxima calidad (A1, con doble certificación NPlus y DinPlus). Se trata del pellet de mayor poder calorífico y el menor residuo de cenizas (el 0,5% de su masa). En su momento también produjo pellets para uso industrial, pero el mercado ha dictado su orientación.

Hoy, Pellets Asturias está integrado en un grupo cántabro (Maderas José Saiz) con el que completa el ciclo. Los proveedores de madera son del entorno cántabro y asturiano, porque la logística es fundamental en un mercado en el que los portes suponen gran parte de los costes. El gran aserradero cántabro procesa esa madera y envía la apea (troncos no usables como madera de carpintería), la astilla y el serrín a La Curiscada, donde sus camiones cargan troncos de la zona para llevar al aserradero.

¿Tiene sentido la apuesta? De momento, lo tiene plenamente. Luis García anota que el mercado español del pellet doméstico consume hoy 700.000 toneladas anuales, de las que el año pasado se importaron de Portugal 160.000 toneladas, si bien buena parte de la producción portuguesa está enfocada al pellet industrial, de menor precio y calidad.

La ubicación de Pellets Asturias resulta muy conveniente. Se encuentra en el centro del Suroccidente, con extensísimas zonas de pino plantado y con un potencial de crecimiento mucho mayor. ¿Por qué? «Porque Asturias lo tiene todo para crecer en el sector forestal –explica Luis García–, con montes que producen muy bien, muy buena tierra y un clima muy adecuado, de forma que los turnos de corte son aquí de 25 años, mientras que en otras zonas para obtener la misma madera hay que esperar de 40 a 60 años». En contra, unas condiciones orográficas que dificultan la explotación, pero que no suponen un obstáculo insoslayable.

Y una ventaja adicional: el pellet es un combustible considerado de emisión neutra, porque las plantaciones se regeneran y recaptan el CO2 que emite.