PEDRO FERNÁNDEZ GARCÍA. ALCALDE DE TAPIA DE CASARIEGO  – 3.671 HABITANTES
«La bajada de población se explica fácil: no podemos empeñarnos en vivir sólo del turismo, si lo focalizas en verano y Semana Santa, fallas»

OCTAVIO VILLA

A Pedro Fernández García (Tapia, 1990) los vecinos de la capital tapiega le conocen como ‘Paxico’, apelativo cariñoso y familiar que es otra muestra de hasta qué punto la política en la zona rural se entremezcla con lo personal. Fueron los ‘Paxicos’ una «saga de constructores serios, trabajadores y apreciados en Tapia. Honrados y muy buena gente», según otro respetado vecino de la capital tapiega. Este profesor de Geografía e Historia de Secundaria, ejerció en Algeciras y Jaén hasta que la política local requirió de sus servicios en 2019. En las municipales de mayo de 2023 se impuso a la entonces alcaldesa, la socialista Ana Vigón, por mayoría absoluta, y es alcalde por el PP. Hablando pasa sin solución de continuidad del castellano a la «fala» o el «gallego asturiano», que mamó «en casa y en la escuela, aunque allí aprendí más cultura de la zona que fala. De los de mi clase soy el único que hablo habitualmente en gallego asturiano, y entiendo que no se puede imponer su uso, sino protegerlo y fomentarlo». Sale de una comisión en la Casa Consistorial y se va al restaurante La Terraza a tomar un café con EL COMERCIO. A la entrada, se encuentra con Gervasio Acevedo, quien fuera alcalde de 1991 a 2011. Tapia es un bonito pañuelo marinero.

– ¿Qué tal ha sido el primer año?
– Ser alcalde hoy es duro, no es tan fácil como en los años 90. La legislación era más laxa, menos burocrática, aunque también nos llevó a donde nos llevó.

– ¿A dónde?

– A la ruina de los ayuntamientos. Rajoy y Montoro tuvieron que dar un golpe en la mesa, porque o hacíamos algo o nos intervenían. Se apretó a los ayuntamientos, pero igual les apretaron demasiado.

– Y con el envejecimiento de los concejos, entiendo que baja la actividad y, con ella, la recaudación fiscal. Acaba siendo usted el director de un geriátrico…

– ¡Sí! ¡Y el guía de una macroexcursión que hay aquí en julio y agosto! Y tienes que hacer que el concejo siga funcionando.

– Pero hay ventajas.

– Pocas, pero alguna tenemos. La ley 7/22 de recogida de residuos sólidos urbanos sólo nos obliga a que el servicio no sea deficitario, mientras que en zona urbana hasta se identifica con tarjeta a quién tira qué a la basura o a quien no recicla. Eso sería el colapso en ayuntamientos como este, de menos de 5.000 habitantes. Pero la Ley de Contratos no puede ser igual para el Ayuntamiento de Madrid que para el de Tapia o el de Pesoz. Si queremos hacer frente al reto demográfico, la Ley de Contratos tiene que tener en cuenta eso.

– Desarrolle esa idea.

– Por ejemplo, este mes sacamos a licitación un servicio, el de madrugadores en el colegio, y le tocó a una empresa de A Coruña; ¿no habría empresas aquí, que las había? Ahora que en el Parlamento hay una mayoría alternativa a veces, con PP, Vox y Junts, y a veces el PNV, igual hay que proponer medidas que beneficien a los ayuntamientos. Y también tendría que salir del PSOE, pero si no sale del PSOE, ¡que salga del PP, caray!

– No hay forma legal de beneficiar a las empresas locales.

– Ahora mismo no, pero es de lógica pensar, por ejemplo, que si sacamos a contrato el desbroce de los caminos rurales, una empresa de Tapia va a suponer muchas ventajas, como el conocimiento del terreno en el que ya ha trabajado muchos años. Si tengo que mandar a uno de fuera, por ejemplo, a El Valle o a La Veguina a cambiar una farola o recoger plásticos a Ganadería Relayo en el Valle San Agustín, no sabrá llegar. Y también se nos exige a ayuntamientos como Tapia cumplir con obligaciones, como las que supone la Ley de Bienestar Animal, para los que no tenemos personal. No vamos a poner a la policía a vigilar dónde hay colonias de gatos y a castrarlos…

– Porque ¿cuántos policías tiene Tapia de Casariego?

–Uno.

– Uno.

–Uno. Y cada vez son más cosas, y la financiación, cada vez menos. Tiene que vigilar todo el concejo, si hay talas de madera, si hay obras sin licencia, si en el parque de autocaravanas hay incidentes, sancionar a quien esté mal estacionado… ¡Es que es imposible! Y eso que tenemos la suerte de que la Guardia Civil nos apoya. En invierno, bien, pero en el verano ellos también están saturados.

Financiación local

– Alerta usted sobre la falta de financiación local.
–Sí. Ahora que lo del cupo catalán se debate y las autonomías se quejan de infrafinanciación, lo cual es comprensible, se habla de mejorar la financiación autonómica, sin acometerla, y por supuesto, sin mencionar la local. Y cada día nos caen más competencias.

– Sin más fondos, habrá que mancomunar servicios, ¿no?

–Bueno, aquí hubo una hace años y se disolvió por inoperativa.

– Hay más formas…

–Sí, por ejemplo, los servicios sociales los tenemos conveniados con El Franco desde la época de Gervasio y Dacosta como alcaldes, hace muchísimos años. Y es el futuro. Con César, de Vegadeo, y Quico, de Castropol, he tenido varias reuniones para Protección Civil, buscando un enfoque jurídico legal que nos permita tener una Protección Civil fuerte y bien equipada para los tres, sin duplicar o triplicar inversiones en equipos redundantes.

– El Parque Histórico del Navia reúne a nueve concejos. ¿Cómo ve usted que funciona?

–Bueno… podría funcionar mejor. Igual podríamos agruparnos para todas esas cosas a las que un concejo sólo no llega, como tener un técnico de turismo que me dinamice Tapia, pero igual sí para dos o tres concejos. El parque necesita un cambio, que evidencie que es una comarca con un montón de recursos.

Asentar más población

– Hoy se va de Tapia al centro de la región en un paseo…

– …pero es un paseo en el que no paras de dar botes. Y a Lugo, igual. La autovía ya tiene muchos años, y casi no se invierte en su conservación. Necesitamos una mejora de las infraestructuras muy grande, no sólo de viales locales y de la autovía. La nacional (N-634) se usa muchísimo por los vecinos, y está destrozada. Se dieron 140.000 millones a España de fondos europeos y se habla mucho de digitalización y de transición verde, pero nadie se acuerda de las infraestructuras. Así no se asienta población.

– Mucha gente vive sola.

– Y son mayores, y viven en pueblos con mala comunicación y poca cobertura de móvil. Tenemos en marcha un programa contra la soledad no deseada –coordinado por la concejal de Servicios Sociales y Hacienda, Salomé Sánchez– con talleres de memoria, gimnasia de mantenimiento y otras actividades, en el que lo más importante es el servicio de taxi rural, para que puedan bajar a la villa y socializar.

– Tapia tiene hoy unos 2.000 habitantes menos que a mediados del siglo XIX.

– ¡Ojo, que cuando se eligió la primera Corporación de la Transición también tenía unos 2.000 más que ahora! Pasamos de 13 a 11 concejales en 1987 (la barrera está en los 5.000 habitantes) y en 2012 aún teníamos 4.002.

– ¿Cómo se come esa bajada?

– Se come fácil. Primero, porque nos empeñamos en vivir sólo del turismo, y si lo focalizas todo en verano y Semana Santa, fallas. Hay industria como los astilleros o Reny Picot en concejos vecinos, que ayuda, pero el polígono de Mántaras nació mal, como iniciativa privada, y es difícil ponerlo a funcionar. Y eso que siguen llegando emprendedores. Pero necesitamos aún más iniciativas.

– Y que se queden los jóvenes.

–E s muy difícil, porque se van a estudiar fuera, lo que es lógico, no vamos a tener una Universidad en el Noroccidente.

– Bueno, hay extensión universitaria que podría funcionar.

– Sí, y la UNED. Pero la falta de oportunidades sigue siendo un lastre. Bien es verdad que sí hay necesidad de mano de obra: los talleres buscan mecánicos, y hay FP de mecánica en Ribadeo y Luarca. La hostelería necesita gente. Las plantillas municipales se renuevan. En ganadería se necesita gente, y en la mar hay oportunidades.

– Tapia fue buen puerto pesquero. ¿Y ahora?

– Quedan cuatro lanchas de bajura y un barco de altura. Lo bueno es que los patrones son gente relativamente joven.

– ¿Temen por la eólica marina?

– No tengo nada en contra, pero eso sí, que no perjudique a nuestros pescadores, ni al entorno. Si afecta a caladeros o a nuestra economía, nos tendrán en frente. Pero ‘no porque no’, no.

– ¿Se llegará a explotar la mina de oro de Salave?

– Black Dragon solicitó una modificación del PGOU, se admitió a trámite para que los técnicos se pronuncien, y en eso estamos. Los políticos estamos para decidir según lo que nos informen los técnicos, actuar contra esos informes sería prevaricar.

– Pero tendrá una opinión.

– Si se abriese, no lo sé. ¿Cuánto empleo iba a crear, durante cuánto tiempo? ¿Tendría efectos sobre el turismo, el medio ambiente? ¿En las ganaderías, en la pesca? Lo deberían aclarar con datos sobre la mesa, no con pinceladas abstractas. Yo soy el alcalde de todos, no sólo de los de ‘Mina sí’, ni sólo de los de ‘Mina no’. Lo que intento es que este tema divida lo menos posible a la población, que ya la dividió mucho. Se produjeron situaciones muy tensas. Nosotros tenemos que destensar esa cuerda.

SU LUGAR ESPECIAL

Con los mayores
Pedro Fernández tenía una cita muy especial el pasado miércoles. Tras atender a EL COMERCIO, se dirigió al centro de día de Tapia para celebrar, con un diploma y una reproducción de uno de los faros de la bocana del puerto, la vida de José Rodríguez Erigoyen, ‘Pepe de Milín’, en su centésimo cumpleaños. Pepe, feliz por estar acompañado de amigos y de su hijo, departió animadamente con el alcalde y la edil de Servicios Sociales, Salomé Sánchez, mientras el resto de usuarios le felicitaban y las especialistas del centro repartían la tarta de almendra elaborada por el hijo de Pepe. El ya centenario fue un reputado pastelero y también patrón mayor de la Cofradía de Pescadores local.