PEDRO ÁLVAREZ MARTÍNEZ. ALCALDE DE SAN MARTÍN DE OSCOS – 336 HABITANTES
«Hay 32 kilómetros de postes colocados sin que se haya instalado un cable de fibra, y hace tres años que están puestos»

OCTAVIO VILLA

San Martín de Oscos. Pedro Álvarez Martínez (1972), es el primer alcalde del Partido Popular en regir San Martín de Oscos. Durante muchos años trabajó en Gijón, en una empresa maderera. Retornado a su San Martín, se ha dedicado a la hostelería y hoy gestiona con su esposa un alojamiento rural. El corazón y el doctor le recomendaron hace años bajar el diapasón, pero o no sabe, o no quiere. Así que se enfrentó al desafío de ser alcalde. Y repite mandato, con cinco de siete concejales.

– Los Oscos fueron el centro de la celebración del Día de Asturias en 2024, con especial protagonismo en el caso de San Martín para el reteitado de un hórreo histórico. ¿En qué medida ha servido, o no, para volver a poner la comarca en el mapa?
– Ha valido para dar visibilidad la zona, pero no veo que haya más gente. Espero que en verano se note. La Semana Santa, por ejemplo, de tiempo ha sido muy mala, pero de turismo ha ido muy bien.

– Usted, antes de la entrevista, se me ha quejado de que una de las carencias del municipio es la escasa oferta de hostelería. ¿A qué se debe?
– Verá, en San Martín, en 1978, había 13 bares. Hoy hay uno y una tienda bar de toda la vida. Es un lugar un poco apartado del centro del pueblo, pero al que presta mucho ir.

– ¿Y qué pasó para que se cerrasen tantos bares?
– Antes todos los pueblos de alrededor que tuvieran cinco o seis casas tenían bar. No había los impuestos que hay ahora, ni tampoco las exigencias excesivas que hay ahora, y podías poner un bar donde quisieras, eran como la extensión de la casa.

– Aquellas casas de comidas en las que había una señorina que te daba ‘la mejor comida casera del mundo’, ¿una seña de identidad que corre peligro?
– Así es, a la vista está. Una pena.

– Llegar a San Martín desde el centro de Asturias es todo un señor viaje. Y por Vegadeo la carretera no está del todo mal, pero por el valle del Navia es eterna.
– Pues no tengo queja, las comunicaciones por carretera están muy bien. Hay que ser realistas con lo que hay. A mí, por Vegadeo, no me cuesta más de hora y media ir a Oviedo. Media hasta la autopista y una hora a Oviedo. Entiendo que los de Grandas de Salime o Pesoz no van a bajar por la AS-12 y que llegar aquí es para ellos otra media hora más. Pero Los Oscos estamos bien comunicados.

– El caso es que por una AS-12 en buen estado igual se recortaban 20 o 30 kilómetros a los 170 que hay que hacer para llegar de Gijón a San Martín de Oscos.
– Eso es verdad. Sería lo ideal, y otro gallo le cantaría a la comarca si, por ejemplo, por la AS-12 pudieran subir y bajar el valle del Navia los megatrailers que llegan hasta San Martín por la carretera de Vegadeo a buscar madera.

– Un problema de esos que parecen un círculo vicioso: ¿Las malas comunicaciones echan a la población de la zona rural, o es la ausencia de habitantes la que hace que la Administración no invierta en infraestructuras?
– En nuestro caso, antes que mejorar las carreteras, lo que sí sería una prioridad es tener una buena cobertura de internet con fibra óptica. Lo que tenemos ahora, de Adamo, apetece quitar los postes: hay 32 kilómetros de postes colocados sin un cable de fibra y hace tres años que están puestos. Es un asunto del ministerio que no tiene solución. Igual acabaron el dinero, pero sigue sin instalarse. Sí hay cobertura en San Martín, y falta en las aldeas, y tendría que ser al revés. Los ganaderos están en las aldeas y necesitan buena cobertura de internet. Y no es para ver Netflix, sino para trabajar. Todos los días, porque la Administración les requiere todos los días que den de alta y de baja animales, así como que informen de todo a través de los servicios en la web. Y muchos no tienen forma, y no es culpa suya.

Prestigio o baja natalidad

– ¿Qué hace falta para que el campo recupere el prestigio y los padres no insten a los hijos a irse a la ciudad?
– Pues yo le diría que quizá viva mejor hoy un ganadero que trabaje las ocho horas que un empleado público. Si se centra en su negocio, es el más rico del pueblo. Aquí no vive peor un ganadero que un oficinista. Eso sí, hay poco relevo generacional. En mi casa éramos cinco hermanos. Yo sólo tengo una cría. El problema es también que apenas tenemos hijos.

– La vivienda es un problema en muchos concejos, incluso con muy pocos habitantes. ¿Y aquí?
– Aquí suelo es lo que hay, pero no vivienda. La gente aquí quiere alquilar la vivienda, pero por problemas de herencias hay muy poca disponible. Y la que hay no está en condiciones de habitabilidad. En Mon, mi tío es el único habitante, y él conoció 102 personas viviendo allí.

– En Los Oscos se disfruta del paisaje y de la visión de ganaderías de cierto porte. ¿Han de crecer, o cree que están en su nivel?
– Yo creo que es mejor tener ganaderías de 80 o 90 cabezas y tenerlas cuidadas como Dios manda que crecer demasiado sin tenerlo todo bien atendido. Fíjese, en un concejo con menos de 400 vecinos, tenemos alrededor de 5.000 vacas madre, casi todo de carne, con tres ganaderías de leche que entregan a la Central y a Queso de Oscos.

– Los expertos en desarrollo rural dicen que las tres claves son la actividad económica, los servicios públicos (salud, educación, fundamentalmente) y la disponibilidad de vivienda. ¿Cuál de esas tres claves le preocupa más aquí?
– Ahora mismo lo que más preocupa es la disponibilidad de vivienda. Los servicios, aquí, están bastante bien. La vivienda es lo peor, No hay dónde alojar a nadie que venga a trabajar. Fuimos incapaces de cubrir el Plan de Empleo con sólo tres plazas.

– San Martín es, de los tres Oscos, el mediano, con 336 habitantes en el último censo oficial. Entre los tres suman 1.011 habitantes, según el último censo. ¿No resulta obligado mancomunar la gestión, por no hablar de la fusión de ayuntamientos?
– A ver. No necesariamente eso va a tener una repercusión buena. Sería menor de lo que se espera. No veo el beneficio de mancomunarlos. Si las oficinas van a estar en la capital, unir concejos lo único que hace es apartar las oficinas de la mayoría de los vecinos.

– Taramundi está trabajando por una IGP de las navajas de ferreiro… de Taramundi. ¿No habría que ser más ambiciosos, con una IGP con un ámbito geográfico más amplio y que acoja a los artesanos de Los Oscos?
– Taramundi es el que tiene más tirón turístico y más población. Desde el Principado se invirtió mucho en Taramundi, lo que no se invierte en Los Oscos. O no lo hay, o no se quiere. Pero tenga en cuenta que los mismos mazos y ferrerías que hay en Taramundi los hay en Los Oscos. En Soutelo hay un conjunto etnográfico magnífico, privado, pero desde la Administración regional no se intentó nunca llegar a un acuerdo con los propietarios para su explotación.

– En las últimas elecciones usted se proponía crear un vivero de empresas en San Martín. ¿Saldrá adelante?
– De momento el proyecto va mal, porque lo que contaba era también con hacer una especie de nave para excedentes de producción que aquí no se comercializan. Miel, patatas, productos de la huerta… Y tenía muchas ganas de darle una vuelta a la creación de una Denominación de Origen Carne de Oscos, o Ternera de Oscos.

– ¿Hay suficiente ganadería para eso en la comarca?
– Donde más, en San Martín, pero sí que juntaríamos unas 10.000 madres entre los tres, lo que sí da para abastecer un buen mercado. Falta algo de hostelería en la zona, y tendría tirón, porque es una carne excelente.

– A ver, hay masa crítica. ¿Falta infraestructura de distribución?
– Yo lo intenté en su día. Hablé con la Dirección General de Agroindustria, para poder hacer aquí un centro de envasado y de procesado de algún tipo de los excedentes y una sala de despiece de carne. Siempre tuve mucho apego a Los Oscos y nunca entendí cómo en Los Oscos no hay una cárnica, con la calidad que hay aquí. Tener botiellos, choscos, chorizos… distribuir carne de ternera. Hay que aprovechar el tirón del nombre de Los Oscos.

– Otro problema que había a mediados de la década pasada era el abastecimiento de agua en algunas zonas del concejo, entiendo que por sus complicaciones orográficas.
– Sí, y tras las reformas que se han hecho, estamos esperando a una última obra y en general estamos bien. El problema de bombeos que tenemos lo tengo hablado con la Dirección General del Agua. Para hacer un bombeo grande y quitar los otros porque nos beneficiaría muchísimo. Pondríamos un bombeo grande, alimentado por energía solar, sin casi coste. Y con potencia para llegar a todos los núcleos.

 

SU LUGAR ESPECIAL

Las letronas de San Martín
Tal vez sea por su pasado gijonés. Quizá, por moda. O, más bien, porque fue la idea de un buen amigo y compañero de grupo municipal y un proyecto conjunto de tres personas que aman San Martín de Oscos. Las letronas que en el centro de la villa evitan que cualquier visitante pueda pensar que se encuentra en otra de las capitales de Los Oscos fueron elaboradas por el alcalde en colaboración con David Lastra (el ideólogo) y Federico Vega (artesano de navajas en Taramundi, pero con origen y casa en San Martín). Hoy las letronas miran con orgullo hacia la iglesia de Samartín, reedificada en la primera mitad del siglo XIX sobre un precedente prerrománico.