TOÑI RODRÍGUEZ. NUTRICIONISTA – CARAVIA ALTA (CARAVIA) – 263 HABITANTES
Toñi Rodríguez puso en marcha su proyecto de nutricionista rural hace dos años y desde entonces, ha recorrido miles de kilómetros para «aportar salud» a los vecinos de los pueblos

MARÍA JARDÓN

Hace dos años que la nutricionista Toñi Rodríguez decidió ponerse por su cuenta y, desde la primavera pasada cuenta con su propia consulta en Caravia Alta, a pesar de residir en Oviedo. «La zona del oriente siempre me gustó, había estado trabajando en el hospital de Arriondas, y cuando compramos una casa en Caravia que había que rehabilitar, empezamos a barajar la idea de poner allí mi consulta de nutrición», recuerda.

Antes trabajaba en Oviedo, donde se percató de que tenía pacientes de todas las zonas de Asturias, «son servicios que cada vez se demandan más y me pareció buena idea acercar el servicio de nutrición a la zona rural», explica. Un entorno que en este aspecto muestra diferencias con la ciudad, la principal tiene que ver con la materia prima: «tienen productos de casa, hacen matanza e incluso la carne roja que comen es de casa». Sin embargo, en cuanto a hábitos el problema es similar, «hay que educar tanto al de la zona rural como al de la zona urbana, porque aunque tengan la verdura propia no la comen con la suficiente frecuencia», afirma Rodríguez.

En lo que sí nota el cambio es en el trato, «da más pie a conocer a la persona, a saber de su vida, va todo más despacio, es un tipo de atención que a mi me gusta», destaca la nutricionista. Un entorno que le da la posibilidad de hacer las cosas a su manera, «estoy trabajando con quien quiero y me aporta la cercanía con la gente, hay que tirar de tecnologías, pero soy muy partidaria del trato humano», añade.

Desde la apertura de su consulta se ha sentido muy bien recibida, «todo el mundo está encantado porque había arreglado la casa que estaba cayendo», ríe, aunque reconoce que todavía hay quien no sabe que está allí. De hecho, señala que «darse a conocer, el ir por los sitios y presentarse es lo más complicado del comienzo, pero es divertido a la vez».

Destaca que como nutricionista rural hace muchos kilómetros. Un día a la semana trabaja en Infiesto; otro, en Arriondas; otro, en su propia consulta en Caravia, y, desde hace poco, está otro día en la Farmacia Martínporra en Bimenes. Además, «hago algún domicilio, al final todos los días me muevo por la zona oriente», apunta.

Para Toñi Rodríguez su consulta aporta salud al entorno: «la nutrición es la base de una buena salud», pero también ayuda a la dinamización de la zona: «estoy conociendo a otros emprendedores y cuando necesito algún servicio acudo a ellos, algunos muy relacionados con mi consulta, como el ejercicio físico, la fisioterapia». Y a nivel personal, realiza compras en el entorno por lo que ayuda a revitalizar la zona al gastar dinero allí.

Recuerda que para poner en marcha su proyecto contó con la Ayuda Leader que, «aunque no te soluciona la vida, es un impulso» reconoce, y aclara que no puedes contar sólo con ella «porque además tardan en abonarlas, pero es un colchón, te ayuda a tener un poco de tranquilidad en medio de toda la incertidumbre que supone el emprendimiento».

De cara al futuro su idea es continuar asentando y logrando que acudan más personas a los centros que tiene en marcha, «intentar sacar adelante el de Bimenes y, en función de cómo vaya, ver si busco alguno más o no», explica y, por otro lado, «tengo muchas ganas de llevar a cabo charlas, formaciones y talleres», concluye.