MÓNICA FERNÁNDEZ. CERVEZA ARTESANA NAVIEGA – ANDÉS (NAVIA) – 622 HABITANTES
La fábrica, en casa. Natural de una aldea de Boal, trabajó como administrativa y tras quedar en el paro decidió crear su propio empleo elaborando cerveza artesana de malta. Lleva cinco años embotellando una de las pocas marcas de ese producto en el occidente
PABLO ANTÓN MARÍN ESTRADA
Boalesa de Serandinas y casada en Andés (Navia), Mónica Fernández siempre estuvo segura de que su sitio estaba en el medio rural en el que creció. El nacimiento de su hija hace nueve años reforzó esta idea para que la pequeña se criase en el mismo entorno. Ella trabajaba como administrativa en una empresa de Luanco y se desplazaba allí a diario desde su aldea naviega. Luego se quedó en el paro y fue en ese paréntesis laboral cuando comenzó a pensar en un proyecto de autoempleo que le permitiese conciliar la maternidad con la vida en el pueblo. «Llevábamos un tiempo elaborando cerveza artesanal para autoconsumo. Empezamos por curiosidad y repartíamos entre los amigos los excedentes de la producción. Ellos nos decían que estaba muy buena. Desde un grupo de consumo de Navia nos animaron a que la comercializásemos y así fue como me lancé. Estuve dos años dándole vueltas a la idea y ya van cinco desde que saqué las primeras botellas con mi marca», relata la emprendedora en la pequeña fábrica ubicada bajo su casa, en una antigua cuadra.
Además de las motivaciones familiares y el estímulo de los más próximos, Fernández vio en el producto una oportunidad de negocio: «La cerveza artesana está en auge y aquí en el occidente no se elaboraba ninguna –ahora hay otra–. Me atraía también apostar por algo local y propio de Navia, que igual que tenemos la venera (tarta tradicional del concejo), tuviésemos también una cerveza de aquí. El nombre de la marca lo tuve claro desde el principio y las referencias naviegas están igualmente en las etiquetas de las tres variedades que tenemos: La Muralla, A Colorada –la irish red- o la especial que se llama Idus de Marzo, en recuerdo de la goleta que llevó la expedición española a la Antártida en 1982 y que se construyó en los Astilleros Armón. Me hace mucha ilusión que estos productos estén en tiendas, supermercados o bares de la zona, aunque distribuimos por todo el occidente y en algunos establecimientos de Oviedo, Avilés y Gijón», explica la empresaria.
Con una producción anual de algo más de 7.000 litros, junto al circuito de tiendas y locales de hostelería en el que Mónica Fernández distribuye sus cervezas, la venta por internet a través de la plataforma Correos Market constituye su principal vía de salida fuera de Asturias. Los mercados locales y las ferias agroalimentarias son sus otros canales de comercialización. «Como administrativa trabajé muchos años en atención al cliente y es una experiencia que me ha servido ahora. También me facilitó las cosas con el papeleo a la hora de arrancar», revela.
Cree que proyectos como el suyo pueden servir «para mostrar que en el medio rural se pueden hacer más cosas que dedicarse a la ganadería, especialmente las mujeres y para eso cuantas más ayudas y apoyo, más posibilidades de revitalizar los pueblos, sobre todo en el occidente. Aquí, por ejemplo, el turismo rural está poco explotado, salvo excepciones como Taramundi», opina. En cuanto a las carencias, señala en primer lugar «las comunicaciones por carretera y el transporte, en esta zona estamos fatal». En la ciudad afirma que «no me veo, cuando voy a Oviedo pienso: esto para ellos. Lo mío es el campo, aquí hay naturaleza, vida, otro ritmo. Me gusta que mi nena se críe aquí».