MAURICIO O’BRIEN. EMPRENDEDOR Y ASESOR FINANCIERO NONAMA – EL VALLE (CANDAMO) – 120 HABITANTES
Conectado. La necesidad de un cambio llevó a este mallorquín casado con una lavianesa a convertir su casa de vacaciones en hogar y espacio de trabajo como diseñador y coordinador en España de la red Eurocrowd

PABLO ANTÓN MARÍN ESTRADA

Mallorquín, hijo de irlandesa e ibicenco, Mauricio O’Brien y su mujer, la lavianesa Natalia Suárez, abandonaron Barcelona hace cuatro años para establecer su base vital y profesional en El Valle (Candamo). Experto en diseño gráfico, comunicación y asesoramiento en fórmulas alternativas de financiación, impartió docencia en la universidad privada Elisava –vinculada a la Pompeu Fabra–, fue codirector de la plataforma Goteo y actualmente es coordinador en España de la European Crowdfunding Network (Eurocrowd), una dedicación que compagina con su propia empresa Nanoma.
La primera vez que O’Brien vino a Asturias fue a los 14 años a un campamento en Salas. Volvería tras conocer a Natalia y rehabilitar la casa donde actualmente viven para pasar sus vacaciones. El salto a convertirla en hogar y espacio de trabajo, hoy lo evoca en la visión del camión cargado con 52 cajas numeradas con el que dejaron Barcelona –«sentimos vértigo»– y su llegada a la aldea: «Como el aterrizaje de un ovni». No fue una decisión fácil. Ahora, afirma, «ha cambiado muchísimo nuestra percepción porque hemos podido construir cosas tangibles: una carrera profesional con un posicionamiento muy chulo para nosotros. Estamos contentos con lo que hacemos, no solo enfocados en el trabajo sino que miras a un lado y te encuentras otras cosas, como una vida en familia, tiempo para los amigos y para disfrutar», revela.

«Los dos estábamos en un momento álgido en lo profesional. El cambio de registro fue que tuvimos una nena, nos disparó la vida dónde queríamos criarla, y pusimos fecha de caducidad a la ciudad en ese momento», explica. Valoraron la posibilidad de trasladarse a Mallorca, donde se ubicaba su empresa y en el otro lado de la balanza pusieron Asturias: «Ganaba Mallorca por goleada. Entre los hándicap de Asturias, el clima, falta de gente joven o de oportunidades laborales: ella publicista, yo diseñador y dedicado a la financiación crowdfunding». Finalmente pesó más la necesidad de dar un cambio a sus vidas. Ella recuperó la conexión con las Bellas Artes en las que se había formado para volcarse en la cerámica. O’Brien, siguió teletrabajando y encontró aquí además la posibilidad de ahondar en un campo que le motivaba especialmente como el de la innovación social en proyectos de emprendimiento despegados a través del micromecenazgo: «Pequeñas iniciativas que tienen un gran calado, especialmente en el medio rural», apunta.

Desde El Valle, además de coordinar la actividad de Eurocrowd ha contribuido al arranque de marcas rurales como Kikiricoop (Asturcilla y catering ecológico), Funginatur (setas shiitake), la granja Pita Sana o la cerveza artesanal Bayura. Su último ‘gabitu’ ha sido para La Benéfica de Piloña que impulsa el músico Rodrigo Cuevas y un grupo de vecinos, una iniciativa que no duda en calificar de «uno de los grandes proyectos por los que hay que sacar pecho de los que han entrado en Asturias».

Sobre las posibles recetas para reanimar el medio rural desde la innovación social subraya que «cada territorio tiene sus propias necesidades, no es lo mismo Soria, la Andalucía interior o Asturias, pero cuando hacemos lupa hay temas troncales para conectar: sostenibilidad, educación, género, patrimonio, cultura». Más claras percibe las claves para la viabilidad de cualquier proyecto: «Tener perspectiva, picar piedra, los resultados se dan si persistes, ser flexibles, ponerse metas cortas y así, despacito y buena letra ir avanzando en el recorrido». En cuanto al propio, asegura que «fue un paso raro, pero aquí estamos y encantados. Solo nos ha dado alegrías».