Sofía, Chus y María José, ante el lavadero de Villanueva, con un mural de la italiana Domizia Tosatto. / Foto: O. Villa

El Ecomuseo. Uno de los lujos de Santo Adriano es esta asociación de historiadores, sociólogos, antropólogos y arqueólogos, que guían al visitante del concejo por sus muchos recursos artísticos e históricos

OCTAVIO VILLA

Si todos los concejos asturianos tuviesen un grupo de científicos y voluntarios como el que compone el Centro de Investigación y Ecomuseo La Ponte, Asturias sería el territorio europeo más visitado por turistas interesados en la historia, la prehistoria y el arte.

La iniciativa surgió jurídicamente en 2011, y de facto en 2013. Y no han parado de investigar y difundir la historia de Santo Adriano y el arte que atesora. Hoy lo componen básicamente un grupo de ocho voluntarios, además de las tres personas que componen su staff (Chus Villa, María José Tudela Castro y Sofía González), además de Carmen Pérez, que dirige un proyecto de colaboración europea de desarrollo del turismo vinculado a la protección y difusión de las artesanías en áreas rurales aisladas o despobladas, una idea que implica a la comunidad autóctona con mucha intensidad y con el que se está generando una base de datos europea sobre las artesanías históricas, que no son otra cosa que la forma en la que los distintos pueblos han ido aprovechando mejor los recursos disponibles a lo largo de los siglos.

Un tour de 40.000 años
El asturiano Chus, la guatemalteca Sofía y la almeriense con raíces teverganas María José, además de una permanente labor de investigación (Chus es arqueólogo, Sofía es antropóloga), son los guías de La Ponte, en colaboración con la Consejería de Cultura y el Ayuntamiento, para los increíbles recursos que tiene Santo Adriano.

Así, los sábados a mediodía y los domingos a la misma hora y también a las cuatro de la tarde agendan visitas guiadas y profusamente explicadas a los abrigos de arte paleolítico de Santo Adriano y de la Cueva del Conde, que cuentan con grabados de nada menos que 40.000 años de antigüedad y que siguen aportando sorpresas y nuevos datos arqueológicos, porque la potencia de sus yacimientos no está aún agotada.

A muy poca distancia, también recorren con el visitante la historia del medievo asturiano en la iglesia de Santo Adriano de Tuñón. Escuchar a Chus Villa en esta iglesia prerrománica, que fue también monasterio antes del tiempo de los claustros, no es sólo empezar a entender el arte del Reino de Asturias, sino comprender también el peso que como institución tuvo en aquellos siglos la Iglesia y sus líderes, en particular el muy hábil y astuto obispo Pelayo en el siglo XII, cuando el Rey, desde León, tenía que confiar en los poderes locales.

O la historia de las minas de hierro de Castañéu del Monte, o las tradiciones de la vida campesina (los miércoles) o, los jueves, la forma de vivir del medievo y las huellas que ha dejado en Santo Adriano. Un tour en el tiempo que se puede organizar a un paseo de Oviedo, Gijón o Avilés cualquier semana del año.