JOSÉ MANUEL LOZANO MUÑIZ. ALCALDE DE SOTO DEL BARCO – 3.813 HABITANTES
«En la rotonda de Soto queremos recuperar para el uso urbano el espacio de un carril por sentido de la N-632, porque ahora no hay el tráfico de antes»

OCTAVIO VILLA

Soto del Barco. Es el alcalde asturiano que menos ganas de ser alcalde tenía cuando se presentó, dentro de la lista de la Candidatura Independiente de Soto del Barco, para ser concejal en el equipo de su gran amigo Jimi Pérez Lorente, que había dado el relevo como alcalde a Jaime Menéndez Corrales, uno de los alcaldes más carismáticos y de mayor recorrido que ha tenido Asturias. El inesperado y doloroso fallecimiento de Jimi, apenas un mes después de asumir la Alcaldía, obligó a José Manuel Lozano (Robledo, Allande, 1957), funcionario jubilado del Ayuntamiento de Castrillón, a ponerse al frente de Soto del Barco. Experiencia en la gestión municipal tiene de sobra. En Castrillón, al frente de los servicios de Deporte, gestionaba más de una veintena de trabajadores. En Soto, la plantilla municipal es de cinco personas. Allandés de nacimiento, con apenas dos años se fue a Soto con sus padres a la misma casa en la que 64 años después sigue residiendo, a poco más de un centenar de metros del Ayuntamiento. En plena entrevista, hablando de los problemas que generan los lodos del Nalón en la playa de La Llama y en el puerto de San Juan de La Arena, el alcalde celebra: «Eso está al lado del campo de fútbol del Pico que, por cierto, el equipo subió a Primera Regional el pasado fin de semana. ¡Fueron campeones de Liga, y estamos todos muy contentos!». Lozano, como le llaman casi todos en Soto, es feliz con los grandes y los pequeños éxitos de su concejo.

–Un sotense de origen allandés. ¿Por qué se vino su familia aquí desde el Valledor?
–Imagino que es una historia muy común. En el suroccidente de los años 50 y 60 las condiciones de vida en una zona de montaña como es aquella y con las comunicaciones de entonces eran muy duras. Mi padre tuvo la oportunidad de entrar en Ensidesa, y desde entonces .

–Menudo reto le ha caído…
–Me toca lidiar con esto y estoy encantado echando una mano, porque llevo viviendo aquí 64 años y soy un sotense más. La muerte de Jimi fue muy traumática para mí, éramos muy buenos amigos y yo me había metido en la lista para ayudarle.

–Usted sabe de cuentas por su experiencia en Castrillón.
–Sí, y para tener todo en perfecto estado de forma continuada hay que tener unos ingresos presupuestarios adecuados al número de habitantes, tener trabajadores en el Ayuntamiento para hacer frente a todo lo que hay que hacer. Y con cinco operarios, es muy difícil mantener bien todo el municipio. Los ayuntamientos pequeños estamos haciendo virguerías para salir adelante, y es claro que la financiación municipal es el gran problema de los concejos pequeños.

–Un círculo vicioso.
–Sí, no sólo porque se pierde población, sino porque, además, estamos en una situación en la que la media de edad crece. Por eso, una de las fortalezas es la puesta en marcha de la Escuelina de 0-3.

–Explíquelo.

–Pues es un gran atractivo para que parejas jóvenes puedan vivir aquí. Estamos a 15 minutos de Avilés y a media hora de Gijón u Oviedo. Soto es un lugar privilegiado, con un ambiente natural, muy apreciado durante la pandemia, y sin el ajetreo de la ciudad. Se vive por menos y con mejores condiciones de vida. Y la Escuelina ayuda a conciliar, lo que también permite que los dos progenitores puedan trabajar.

–Al lado, en Muros, el problema es de falta de vivienda. ¿Y aquí?
–Hay demanda de personas que vienen a buscar segundas residencias desde Madrid. En cuanto a primeras viviendas, yo no lo aprecio, aunque sí es importante afrontar la modificación de las normas subsidiarias, que datan de 2003. Claro que volvemos al problema de la financiación. Un proyecto de esa naturaleza tiene un coste de más de 100.000 euros, lo que no podemos afrontar sin el apoyo del Principado. Y otro posible problema es que si la Ley del Suelo cambia en el plazo de un año, que es lo que parece, igual ese dinero lo gastamos sin que al final nos sirva de nada, porque haya que volver a adaptar las normas subsidiarias. Ahora mismo tenemos en marcha doce viviendas de promoción pública para alquiler joven, sobre todo, en San Juan de la Arena. Tenemos suelo para ofrecer al Principado para promover más vivienda, como en la zona del Castañeo.

–Hubo mala suerte con los tiempos en la ejecución de un polígono industrial.

–Es que se empezó a desarrollar en 2007, y se vio truncado por la crisis económica que llegó poco después. Es un polígono de unos 120.000 metros cuadrados, en el entorno de Ramón. Y Castrillón iba a desarrollar suelo industrial al otro lado de la carretera, que sería como una extensión del nuestro. En nuestro lado ya está hecho el plan parcial, así como un desarrollo urbanístico bastante desarrollado en aquellos años. Hace falta que los promotores, la empresa Asturmasa, que tenía más del 65% de los terrenos, vean interés económico.

–Pero hay quien sí lo ve.

–Sí, por ejemplo, Más y Más, que está construyendo cerca de la autovía un supermercado como el de Cudillero, y también se va a instalar ahí una gasolinera. Y eso es porque hay movimiento.

–Eso se va a instalar muy cerca de la Isla de los Kiwis, donde nació el ‘fenómeno kiwi’ asturiano.

–Básicamente, en Soto tenemos sector primario y terciario. En agricultura, kiwis y, ahora, aguacates en Ranón. Y por otro lado, el turismo y sus servicios.

–San Juan de la Arena es el máximo exponente de eso. ¿Se ha avanzado algo sobre el ya vetusto proyecto de pasarela con San Esteban, al otro lado de la ría?

–Desde el punto de vista turístico, no cabe duda de que esa pasarela sería un revulsivo importante. Ahora bien, el problema está en cómo se financia eso. Sólo se podría hacer si el Principado estuviese por la labor. Y hay que tener en cuenta que implica mucho mantenimiento, sobre todo si es una pasarela móvil que permita el paso de veleros.

–La zona más paseable de la ría requiere reparaciones, tanto por la parte de Muros –la barra– como por la de Soto.

–Esa zona es competencia de Costas, y Costas debería hacer un esfuerzo para adecentar ese entorno, de la misma forma que hizo en otras localidades, como en Salinas. Entre la playa de Los Quebrantos y el playón de Bayas el año pasado se vino abajo un tramo de las escaleras que había para conectarlas. Ahora hay un estudio para ver alternativas, y se hablaba incluso de hacer un paso por una especie de túnel. Las mareas de invierno obligan a reparaciones todos los años, y el Ayuntamiento, solo, no llega.

El color del dinero


–¿No recibe ayudas para conservar una de las zonas con más atractivo turístico de la región?

–Continuamente estoy reclamando las actuaciones, pero infructuosamente. A veces es desesperante, porque ves que a otros ayuntamientos, con el color del gobierno adecuado, tienen más actuaciones que aquí. Y me sabe mal que determinados grupos que tienen representación en el Ayuntamiento de Soto insisten en criticar cosas de las que deberían saber perfectamente las causas.

–El dragado del puerto de San Juan, por ejemplo…

–Es algo que el Principado no se acaba de tomar en serio. El puerto deportivo, en marea baja, se queda en seco. Y eso es preocupante. Ahí lo que falta es dragado, así como una actuación más definitiva, que sería una especie de dársena que protegiese el puerto de los lodos que bajan por la ría. Oestás continuamente dragando, o haces una protección para que no entren los lodos por la parte más al sur. Si haces esto, la propia corriente se llevaría los lodos hacia la mar.

–Un puerto deportivo que en marea baja quede en seco da muy mala imagen a Asturias.

–Dentro del plan de sostenibilidad turística tenemos una parte de financiación para mejorar los entornos de la playa de la Llama, y también para mejorar su entorno. Con fondos de Pesca vamos también a remodelar el aparcamiento de la playa de Los Quebrantos. Sí, es claro que la zona pide un poco de actuación.

–El sistema dunar de San Juan de la Arena se asemeja a cómo sería Gijón sin que se hubiera construido el barrio de La Arena. Eso sí, a veces se ve un tanto descuidado.

–En el sistema dunar, Costas ni nos deja actuar, ni actúa ella. Dicen que van a hacer actuaciones de regeneración, pero va muy despacio. Y tienen que ser ellos. Y pese a todo, hay un grupo de La Arena que está echándonos en cara siempre eso. Además, hay bastante vandalismo, gente que viene a hacer pintadas en zonas públicas y privadas. Y se echa la culpa a un Ayuntamiento que apenas cuenta con dos policías.

Recuperar espacio a la N-632

–Permítame un momento de recuerdos y nostalgias. ¡Qué tiempos aquellos en que Soto del Barco originaba atascos kilométricos todos los domingos! En serio, ahora: La rotonda con la que se medio solucionó el problema hasta que se abrió la autovía parece ahora una exageración…
–Es cierto. Tenemos ya un anteproyecto hecho, para plantearle a Carreteras del Estado, a ver si lo aceptan. La idea es que con el volumen de tráfico que hay ahora ya no tiene sentido que la rotonda tenga dos carriles por cada sentido. Si se elimina uno por sentido y se reordena, podemos recuperar unos espacios preciosos para hacer la zona más urbana.

 

SU LUGAR ESPECIAL

La Escuelina 0-3

Lozano es un convencido de que servicios como la Escuelina 0-3 son una de las claves para hacer frente a una de las causas de lo que se ha dado en llamar reto demográfico y que engloba una serie de causas y efectos. Uno de los principales, la baja natalidad en una sociedad en la que la conciliación es difícil. El alcalde está seguro de que la Escuelina no es la solución en mayúsculas, pero que sí ayudará a que las parejas jóvenes que puedan venir a vivir al concejo lo hagan con la tranquilidad de saber que si tienen niños pequeños pueden compatibilizarlo con el desempeño profesional de ambos progenitores. Y eso le importa mucho.