JOSÉ MANUEL GONZÁLEZ CASTRO. ALCALDE DE CANGAS DE ONÍS – 6.387 HABITANTES
«En La Hermida se gastaron 90 millones. En El Pontón hay que hacer algo como eso o más ambicioso. Esa conexión con León no se tocó en las últimas décadas»

OCTAVIO VILLA

Corao / Gamonéu. Cuenta José Manuel González Castro (Cangas de Onís, 1980) que en su primer mandato, de 2011 a 2015, acabó siendo el candidato del PP a la Alcaldía «por responsabilidad y por inconsciencia». La escisión del PP generada por Álvarez-Cascos había dejado a los populares sin su anterior portavoz, Santiago Pendás, «y no encontré quién quisiera asumir el reto». El PSOE ganó aquellas elecciones, con seis concejales de trece. El PP obtuvo cuatro y Foro, tres. Afirma González Castro que al pleno de investidura llegó «con las negociaciones rotas con Foro y habiéndole dicho a mi madre y mis hermanas que no viniesen, porque no había posibilidades. Minutos antes del pleno, Santiago Pendás me dijo que nos iban a apoyar». Y desde entonces. En 2015 el PP dobló su representación. En 2019 mantuvo los ocho concejales, y en 2023 tuvo el 56% de los votos y nueve ediles.

–Hay muchos concejos en los que el mayor problema es la falta de vecinos. Aquí parece que uno de los más graves es la saturación durante los meses más turísticos, sin acceso por autovía ni una salida y entrada digna de tal nombre hacia la Meseta.
–Sí, y no afecta sólo a Cangas. Somos la puerta de entrada al Parque Nacional de Picos, y entre Arriondas y Cangas hay un embudo. Además, Covadonga sola ya genera un millón y medio de visitantes y peregrinos al año. Cierto que con la variante de Cangas se mejoró mucho; fue un acierto. Pero es necesario que la Demarcación de Carreteras y el Ministerio de Transportes busquen una solución a los atascos y retenciones que se dan en El Portazgo. Es un problema que necesita una solución urgente y se tiene que tomar en serio, porque se están formando grandes caravanas no sólo en verano, sino cada vez que hay un puente.

–Y el puerto de El Pontón.
–Pues sí. En Cantabria, en el desfiladero de La Hermida acaban de gastarse 90 millones de euros. En El Pontón hay que hacer algo como eso o más ambicioso. Esa conexión no se tocó en las últimas décadas y requiere una actuación ambiciosa del Gobierno central. No es solo para Amieva, Ponga o para Cangas. Es para que todo el Oriente tenga una salida digna y necesaria hacia León. Además de lo que pudiera suponer para el turismo, por El Pontón vienen muchísimos camiones con paja y hierba de la meseta para la ganadería. Hoy es una carretera peligrosa, con desprendimientos y, si fuera una carretera adaptada a la actualidad no sufriría los cortes que está sufriendo.

–Los vecinos se quejan de que con Gijón hay sólo una conexión de autobús al día.
–Cierto, y es grave. Por ejemplo, porque del Hospital de Arriondas hay muchas derivaciones al de Cabueñes, pero no hay transporte público. Las consejerías de Sanidad y de Transportes deberían ponerse de acuerdo y coordinar mejor la oferta de líneas y autobuses de transporte público a Gijón.

–También se le podría pedir más implicación a la empresa que se beneficia del Plan de Transporte a los Lagos de Covadonga.
–Esa empresa que se beneficia de Covadonga, de Cangas de Onís y de los Lagos debería hacer ese esfuerzo de cubrir más servicios a otras localidades que hacen falta. Y no sólo hacen falta por ocio o vacaciones, sino por salud.

–¿Está satisfecho con el modelo del Plan de Lagos? ¿Está olvidado el tren cremallera?
–Nadie duda que había que quitar los coches, no sólo por los atascos, sino por motivos medioambientales. Pero el Plan de Lagos está obsoleto, muy poca gente se imagina que el futuro de la accesibilidad al Parque Nacional sean 40 autobuses subiendo y bajando por una carretera de alta montaña todos los días. Desde el ayuntamiento siempre lo tuvimos muy claro: hay que hacer un estudio serio y riguroso de esa movilidad. Pedimos en su día, y seguimos pidiendo esos estudios sobre proyectos como el tren cremallera que sacó Juanjo Tielve en su día. U otras posibilidades.

Tren cremallera o teleférico
–En la Vall de Núria, el tren cremallera es en sí mismo un atractivo turístico.
–Nosotros lo que planteamos es no sólo que ese estudio recoja cuál es el modelo para dar solución a la accesibilidad hacia el Parque Nacional. Y que la carretera se corte, que sólo se use por los ganaderos y los taxistas locales, y que haya un tren cremallera o un teleférico, lo que determine el estudio. Con eso regularías también un acceso sostenible a los Picos. Desde Principado hay muy pocas intenciones.

–¿Por qué?
–Porque estamos a las puertas de la aprobación del Plan Rector de Uso y Gestión, donde se va a prohibir un tren cremallera dentro del Parque Nacional.

–Pero ya se hizo el funicular de Bulnes, que además es un túnel horadado en el macizo. O el funicular de Fuente Dé.
–Verás. Este PRUG se sacó a información pública, pero sin que viniese en el proyecto la prohibición del tren cremallera, de forma que nadie pudo alegar a favor del tren cremallera. Con eso, ha habido una indefensión manifiesta de quienes defendíamos y queríamos el tren cremallera, porque no pudimos alegar. Si el Principado tiene la intención de ser un destino turístico sostenible, puntero y adaptado al siglo XXI, debería quitar del PRUG esa prohibición expresa.

–¿Y el Patronato de Covadonga? Está pendiente de solucionar el problema del acceso, la salida y los aparcamientos.
–Para solucionar eso hay que tener voluntad, ganes, ilusión y luego hay que tener proyecto. Y el Principado y el Gobierno central se tienen que creer que somos un destino turístico consolidado, que tenemos que ser de primer orden y que necesitamos proyectos ambiciosos. El Patronato lo formamos el Principado, el Arzobispado y el Ayuntamiento, y hace años que no se reúne. No hay voluntad de querer solucionar los problemas de Covadonga. Que los tiene. Un santuario que recibe un millón y medio de personas al año tiene apenas cien plazas de aparcamiento. El Principado compró hace más de 15 años la finca de Les Llanes, en El Repelao, para buscar una solución. Pero está parado, y la accesibilidad y la movilidad de Covadonga pasa por crear un buen aparcamiento en Les Llanes. Vicente Álvarez Areces y Don Carlos Osoro ya hablaron del tren-tran. Pero para avanzar hace falta sentarse y hablar.

–Pero últimamente salimos a bronca anual, como mínimo, en torno a la homilía del Día de Covadonga. Eso no ayuda.
–Hay que alejarse de polémicas estériles que no llevan a nada. Hay que hablar y acerecaqr posturas, porque cuando gobernamos lo importante es a quién representamos.

–La otra pata del concejo es la ganadería y la elaboración de queso. Por cierto, cada vez hay menos leche…

–Y la ganadería tiene un importante problema de relevo generacional. No por un problema concreto, sino por un conjunto de ellos. Cada vez hay más lobo y más daños, y la convivencia entre lobo y ganadero, el pastor, el elaborador de quesu Gamonéu no es posible. Tenemos que estar del lado de los pobladores. El Parque Nacional se creó para mantener las costumbres, y eso se está echando abajo. En buena medida, por favorecer a la fauna salvaje frente a los verdaderos pobladores, los valedores del espacio natural, que son los pastores.

–¿Cuántos lobos hay en Picos?

–Es que hace falta un estudio científico, que ahora no es posible, por la posición del ministerio. No sabemos ni los daños que se producen, los que se dan y los que se admiten. Y no sólo eso, sino que hay que recuperar pastizales dentro del Parque Nacional. La Junta de Pastos lleva años pidiendo las mismas infraestructuras, la mejora de los mismos bebederos, de los mismos potreros y de las mismas pistas. Hay que ser más ágil y dar soluciones y facilidades a los pastores.

–A esos pastores desde el Ayuntamiento no se les facilita mucho cuando quieren ampliar una quesería. ¿Por qué?

–El Plan General de Urbanismo no da facilidades…

–¿Cuándo se implantó?

–En 2007. Hace unos meses llevamos al pleno una moción para favorecer la implantación de queserías, de ganaderías, porque si hubiera más reciella en el parque habría que hacer menos desbroces y la Administración ahorraría dinero. Demos más importancia al paisano.

Seguridad y cine

–En Cangas faltan policías, tanto en invierno como en verano.
–Siempre se pueden mejorar las cosas, y sobre todo en seguridad ciudadana. Somos de los pocos concejos que tienen tres turnos, aunque es verdad que se podría mejorar ampliando la plantilla. Tenemos once policías en invierno y en verano contratamos nueve auxiliares para cuatro meses.

–Que sólo el turismo de Covadonga ya absorberá…

–La idea es que cinco estén siempre en Covadonga y cuatro refuercen Cangas. Además, hay que cubrir pruebas deportivas, porque aquí casi todos los fines de semana hay actividad deportiva, cultural o gastronómica. Y en eso Protección Civil está haciendo un trabajo muy importante.

–¿Y la Guardia Civil? Suele ser la que solventa las carencias de los concejos rurales.

–Pues va mermando. Cada vez hay menos: cuando antes había una patrulla por concejo, ahora hay una para toda la comarca. Se trata de que no nos corten los recursos que ya tenemos, y aquí se ha hecho. En Cangas había un cuartel en Covadonga y otro en la capital. El de Covadonga cerró hace años. Y en Cangas hay menos guardias civiles que hace 20 años.

–¿Qué objetivo ha tenido comprar el Cine Colón por 855.000 euros?

–Cangas de Onís es un municipio muy dinámico, con mucha actividad. No teníamos un lugar donde albergar, por ejemplo, la recepción de la ‘Kangas Mountain’, una prueba a la que vienen 2.500 corredores. El salón de actos que tenemos es de 100 personas, y en el Cine Colón hablaríamos de 500. Y también es para introducirnos en el nicho de mercado que es el turismo de congresos para seguir desestacionalizando e internacionalizando Cangas como destino.

–¿Y el cine vale ese dinero?

–Cuando se tasa un edificio para su compra se cogen cinco testigos, como se hizo en Llanes. Y el de Llanes fue más caro que el de Cangas.

–La rehabilitación en Llanes va a suponer 4,2 millones. ¿Y la del Cine Colón?

–Estamos mirando el proyecto.

–Hay una petición popular para homenajear a Celso Fernández Sangrador, ‘Celsín el de La Sifonería’, recientemente fallecido. ¿Saldrá adelante?

–Seguro que sí. Hemos tenido que modificar el reglamento de honores y distinciones, porque sólo permitía dar el nombre del homenajeado a calles o plazas, y en este caso va a ser el Salón de Actos de la Casa de Culutura. Celso fue una figura importante y querida para Cangas, y un potente embajador.

SU LUGAR ESPECIAL

El castañéu de Corao
Con un padre de La Riera y una madre de El Bosque, en Soto de Cangas, donde él sigue viviendo en una cuadra familiar reacondicionada, sorprende que una de las aficiones más acendradas de José Manuel González sea correr –sí, correr– por las crestas y los empinados senderos de los Picos. Pero también tira hacia los pueblos de la zona de las vegas del río Reinazo o del Güeña, como Corao, donde en breve (el 3 de marzo) se celebra la feria ganadera con más afluencia del Oriente, en un recinto que se entremezcla con el castañéu que se acaba de arreglar y sanear para conservar ejemplares como el de la imagen. Al otro lado del Güeña nace la carretera que lleva a la iglesia de Santa Eulalia de Abamia, del siglo XII. En un templo anterior y en parte fundido con el actual, fueron enterrados en el año 737 el Rey Pelayo y su esposa, Gaudiosa, según la Crónica Sebastianense. Hoy, según el cronista Ambrosio de Morales, sus restos están en la santa cueva de Covadonga, trasladados desde Abamia en el siglo XIII por orden de Alfonso X el Sabio.