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Enrique Menéndez puso en marcha Futurcamp para tratar de dar un nuevo enfoque al sector del campo. Considera que es imprescindible «un cambio de mentalidad» para que tenga un futuro
MARÍA JARDÓN
Una forma distinta de ver la agricultura y la ganadería. Con esta idea en mente nació en 2016 Futurcamp, de la mano de Enrique Menéndez. De orígenes ganaderos, este joven tinetense tenía claro que quería seguir ligado al medio rural, pero que era necesario «un cambio de mentalidad» para que el sector tenga futuro. Contaba con experiencia, venía de una «ganadería muy humilde y familiar» y llevaba varios años trabajando como comercial en el sector, un conocimiento que le hacía pensar que «hacía falta algo distinto» y por ello puso en marcha su proyecto. Un par de años después, en 2018, se incorporó Alejandro Francos y el proyecto se fue consolidando.
Los comienzos no fueron sencillos pero «cogí una muy buena marca de semilla de maíz que me ayudó a darme a conocer», recuerda. En ese momento en la zona de Tineo no se sembraba mucho maíz y poco a poco «la empresa fue creciendo a demanda de cada cliente y de sus necesidades». Además, fue complicado cambiar la mentalidad de los ganaderos indica, «la gente miraba el mínimo gasto y mejor hay que mirar la inversión más efectiva para sacar un mayor beneficio».
Actualmente en Futurcamp trabajan ocho empleados y en campaña, que comprende de finales de abril hasta julio, aproximadamente, pueden llegar a ser 12 o 13 personas. La empresa ofrece un servicio en toda la gama, tanto a nivel de asesoramiento profesional en ganadería y agricultura, como en venta de forrajes o semillas. «También hacemos todo tipo de servicios agrícolas, asesoramiento en maquinaria agrícola, en definitiva, el abanico completo de todo lo que es ganadería y agricultura», explica Menéndez. A este respecto destaca la gran inversión que han hecho en maquinaria agrícola de precisión, «van todos con GPS y va todo al milímetro, los abonados son más eficaces, los sulfatados también, es más preciso todo para ahorrar costes».
Y es que, como otros sectores, en los últimos años el del campo también ha experimentado un importante cambio, pero «es una evolución para la que todavía mucha gente no está preparada», afirma. De hecho, un problema grave del sector es que «la gente no quiere trabajar, da igual lo que pagues, porque valora más el tiempo. Trabajar en esto no es su primera opción», lamenta y añade la «falta de profesional cualificado, con la maquinaria agrícola de ahora cada vez se necesita gente con más cualificación, que sepan andar con tractores pero que también manejar gps y datos».
En este aspecto, Menéndez destaca que «hay que cambiar mucho la mentalidad, tanto la gente que puede llegar a trabajar en esto como de las empresas del sector. Tenemos que unirnos y buscar un bien común, es decir, formar a gente de cara al futuro». Una visión que trata de implantar en el concejo: «veo la ganadería y la agricultura de una forma muy distinta, se podía generar mucho empleo, pero el problema viene de muchos años, desde que somos jóvenes se nos decía que esto era lo peor, que buscáramos trabajo fuera», recuerda. Es básico «un cambio de mentalidad en todos los sentidos». «En Tineo se podría hacer una gran economía a través de la agricultura y la ganadería, pero cada vez somos menos», apunta. «Hay que trabajar en un proyecto a nivel global, hacer que esto sea atractivo para que la gente venga a trabajar». Y concluye resaltando de nuevo la necesidad de un cambio: «Tenemos que hacer que las ganaderías empiecen a trabajar como una empresa, gestionando, y dar puestos dignos, porque además del dinero se valora el tiempo libre. Si no, vamos a quedar cuatro personas o cuatro ganaderías muy grandes pero que no van a tener gente para trabajar».