FERNANDO GARCÍA. SURF ROMPIENTE NORTE – SAN JUAN DE LA ARENA – 1.371 HABITANTES
Sin miedo a la innovación. Cuando Fernando y Lucas crearon su escuela de surf, buscaban transmitir todo lo bueno que habían aprendido de ese deporte. Hoy, 18 años después, pueden presumir de haber creado no solo una escuela, sino un espejo de valores para cientos de surferos

CARLA VEGA

Era 2003 cuando dos amigos decidieron que San Juan de La Arena sería la sede de un proyecto que aunaba sus grandes pasiones: disfrutar del surf y compartirlo con el resto del mundo. Este sueño se bautizó como Rompiente Norte, y hoy, dieciocho años después, pueden presumir de ser la tercera escuela de surf fundada del Principado, y los primeros que decidieron apostar por el formato ‘surfcamp’, ofreciendo olas, risas y alojamiento a quienes quieran iniciarse en el mundillo.

Fernando García y Ángel González, al que todos conocen como Lucas, organizaban campeonatos de bodyboard en Los Quebrantos, una playa en la que el índice de olas es perfecto para este tipo de prácticas deportivas por la cantidad de oleaje a lo largo del año. Esto, sumado a que Lucas es de la zona, fue lo que decidió a ambos amigos a hacer de su hobby su trabajo. «Veíamos que iban surgiendo escuelas, y nuestro objetivo principal ni siquiera era ganar dinero, sino sacarnos unas ‘pelillas’ transmitiendo nuestra pasión a otros», explica Fernando, uno de los cofundadores de Rompiente Norte.

Aquel primer verano de 2003 fue algo duro. A pesar de que sí contaban con alumnos dispuestos a probar lo que era subirse a una tabla de surf, también había quienes creían que ese tipo de negocio no tendría futuro. El doble de locura le parecía a todo el mundo cuando, además, apostaron por poner a disposición de sus alumnos ‘La Trinchera’, un alojamiento exclusivo para surfers que visiten San Juan de La Arena con la empresa.

A eso se sumaban las dificultades de encontrar los materiales perfectos. Fernando recuerda que, aquel año, él y su socio estuvieron tres horas buceando en internet para comprar diez tablas con las que arrancar. «Ahora, en unos minutos, te haces con cuarenta tablas sin problema».

Con el paso del tiempo, esos mismos que señalaban este proyecto como «una locura» ven cómo familias enteras o grupos de amigos acuden anualmente a su cita con las olas de Los Quebrantos, siempre de la mano de Rompiente Norte. «Sin duda, lo mejor que nos ha dado este proyecto es la cantidad de gente que hemos podido conocer, y la familia que hemos formado con quien nos visita desde hace muchos años», reconoce García.

A unos años de cumplir las dos décadas en Los Quebrantos, las actividades que ofertan también han ido en aumento. Ya no solo es surf, sino también skateboard o clases de SUP (Stand up paddle), siendo en este último caso la primera empresa en apostar por ello en Asturias.

Haciendo repaso, Fernando tiene claro que fue la mejor decisión que pudieron tomar. De hecho, una de las cosas que más satisfacción produce a ambos cofundadores es que, con su proyecto, pueden atraer a muchos turistas a la zona. «El Ayuntamiento de Soto del Barco tuvo claro desde el primer momento que somos empresas pequeñas que además queremos colaborar con el entorno, dejar las cosas como nos las encontramos al llegar. Esa es una de las máximas del turismo surfero, el respetar el medio, y es un tipo de turismo que ha de valorarse más», explica. Y es que desde Rompiente Norte lo tienen claro: «Tenemos que creérnoslo más».