ESTEFANÍA GONZÁLEZ SUÁREZ. ALCALDESA DE VILLAYÓN – 1.061 HABITANTES
«El Ministerio de Agricultura ha dicho en el Senado que concede prioridad a la Senda del Cantábrico sobre la Gran Senda del Navia. Dejo ahí el aviso»
OCTAVIO VILLA
Villayón. «Nací en Los Piñeros (Valdés, 1971), pero me casé en Brañúas (Villayón); estudié Administración y Dirección de Empresas en Oviedo, y mientras estudiaba trabajaba en el camping de Los Cantiles los veranos para pagarme la carrera, así que con el primer sueldo quería irme de camping para disfrutar de lo que no podía mientras pasaba los veranos allí». Estefanía González luego trabajó en Cajastur, pasó al Ayuntamiento como auxiliar administrativa y ejerció también como agente de desarrollo local, labor que compatibilizó más tarde con la de contable del Consistorio. Desde hace nueve años es alcaldesa y se la ve orgullosa de los pasos adelante que da Villayón. También ha sufrido dos momentos especialmente duros: «Con la pandemia pasamos mucho miedo por nuestros mayores, muchos de ellos en soledad total durante los confinamientos, y con los que la trabajadora social estaba en contacto todo el tiempo, además de otras medidas. Fue duro, porque no podían ver, muchos de ellos, ni a sus familias». Y otro, más corto pero tal vez más cercano al terror pánico: «los incendios de 2023, que durante tres días horribles nos hizo estar a todos los vecinos pendientes de que no pasase nada. Tanto la plantilla municipal como todos los ganaderos del concejo hicieron todo lo posible, aunque si no llega a llover…
–Si no llega a llover… y si los montes estuviesen con menos maleza. Aquí y en toda Asturias.
–Pues en el aprovechamiento forestal tenemos mucho potencial, pero es tá bastante desaprovechado. En la zona más afectada por los incendios del 23 era justo la que mejor ordenado lo tenía, con una plantación muy grande. Eso sí, están dispuestos a repoblar. Llevo mucho tiempo peleando con el Principado para tener puntos de agua en distintas zonas del concejo, para que los tractores modernos puedan acceder a ellos. Lo que más me conmovió entonces fue la solidaridad de los vecinos, todo el mundo vino de forma desinteresada.
–Aparte de los puntos de agua, ¿qué otras medidas hacen falta? ¿Concentraciones parcelarias, fajas contra incendios?
–Fajas auxiliares, por supuesto. Y le voy a decir, hubo diferencia entre cómo se portó el fuego en Lendelforno, que tiene una concentración parcelaria envidiable, con unas pistas de acceso bien ordenadas para los tractores, donde se pudo parar el fuego gracias a las infraestructuras que existían tanto de punto de agua como de pistas fundamentales, y Lendequintana, sin concentración parcelaria y con algún punto de agua con muy mal acceso para los tractores grandes. Allí no se pudo controlar el fuego. Eso sí, el primer punto de agua que vamos a instalar será el nuevo de Lendequintana.
Pa fabes, les de Arbón
–Hablando de concentraciones parcelarias. Tiene Villayón buenos terrenos para fabes y otros cultivos…
–Les fabes de Arbón se llevan premios año tras año, y el mayor productor de fabes de Asturias está en Arbón. Todas las ganaderías que existían allí se reconvirtieron al cultivo de la faba.
–Pues menudo año, este último.
–Sí, en el último pleno hemos aprobado una moción para pedir ayudas para estos agricultores, más allá de las que implementaron, que eran por hectárea plantada. Necesitan créditos a interés cero, como se hizo en Galicia, para que puedan afrontar la siguiente siembra, porque semillas y preparación de los terrenos tiene un coste muy alto.
–Habla de Galicia. La Ley del Suelo gallega establece medidas duras para el suelo agrario sin uso. Aquí vamos más por la línea de las ayudas a su uso.
–Yo creo que para activar suelo agrario y para cualquier actividad las ayudas están bien para arrancar, pero los negocios tienen que ser sostenibles por sí mismos. Aquí, los ganaderos no están esperando a que se les den ayudas. Están muy bien los fondos Leader para empezar, pero todos los emprendedores tienen que hacer un plan de viabilidad antes de empezar. Y tener claro que no se puede vivir de las ayudas, porque eso, a la larga, el Estado no lo va a poder sostener y, además, es engañarse a uno mismo.
–Bueno, si uno recorre un poco Villayón ve ganaderías que se están modernizando con inversiones potentes y con mucho terreno sembrado para ensilar.
–Sí, la ganadería es nuestra principal actividad, tanto de leche como de carne. En lo que va de siglo, el número de explotaciones se ha reducido a un tercio de las que eran, pero se van especializando y aumentando de tamaño. No les queda otra si quieren competir, si quieren sobrevivir y si quieren vivir de eso. Y tanto las de leche como las de carne que nos quedan son muy competitivas.
–Cada vez hay menos pueblos con bares-tienda, con chigre…
–Y cuando cierra el último se acaba el pueblo. Entiendo que es muy difícil poder vivir del chigre exclusivamente. Pero los chigres tendrían que ser contemplados como bienes de interés cultural.
–¿Con exenciones fiscales, con ayudas públicas?
–Igual que se bonifica la Seguridad Social a determinados sectores o a los jóvenes, se podría hacer para los bares-tienda. Con sólo eso ya es una ayuda muy importante para un autónomo. Y también es verdad que tampoco hay que subvencionar demasiado, tampoco se trata de que facilitar que se acomoden. Hay que ser un poco creativo y adaptarse a los tiempos, y en un bar puedes ofrecer más servicios. Un ejemplo, en el de Belén (en la cordal que separa o une Villayón y Valdés) te hacen fotocopias y actúa como telecentro.
La Gran Senda del Navia
–Las alcaldesas del PP (Villayón, Coaña, Navia, Allande e Ibias) de la cuenca del Navia han dejado muy claro que el proyecto de la senda del Navia tiene que llegar a todos los concejos implicados y que tiene que haber más que un simple proyecto viario. ¿Tiene algún temor?
–No tenemos ningún temor. Creo que la gente busca cada vez más naturaleza, actividades deportivas, se está más en la línea de salud y vida sana. Además, el Camino de Santiago cada vez está más en auge y el hecho de que este proyecto vaya a unir tres caminos de Santiago es fundamental. Desde luego que defiendo la Gran Senda del Navia, y tiene que incluir a los concellos gallegos del Navia, desde el nacimiento del río.
–¿Acaso eso está en duda?
–Antes de la reunión que hubo en Navia ya tuvimos otra en Galicia y los alcaldes socialistas no acudieron. Yo es que noto alguna reticencia, pero bueno.
–¿Hacia Galicia?
–Ellos nos lo dejaron bien claro: si no se hace la parte de Asturias la gallega no vale nada. Es muy pequeña y no tiene salida a ningún lado. Yo estoy en este proyecto desde que empezó, en 2016. Y no sé, cuando estos asuntos que no son de unos, sino son de muchos, y se intentan llevar al lado político, no suelen resultar bien. En el momento en que hay más ayuntamientos del PP, parece que surge miedo al poder.
–Lo voy a preguntar directamente, entonces. ¿Le ha llegado noticia de que el proyecto no vaya a tener financiación por parte del ministerio?
–Hace unos días hubo una pregunta en el Senado al ministerio, y el ministerio dijo que lo prioritario es la Senda del Cantábrico que va a unir Cantabria, Asturias, Galicia y va a ir por la costa hacia el Atlántico. Que a esa le conceden prioridad y a esta no. Dejemos ahí el aviso. Hemos constituido una comisión en la que estamos dos alcaldes de Asturias y dos de Galicia, dos del PP y dos del PSOE. Y por el Principado van a estar Marcos Niño, director general de Reto Demográfico, y David Villar.
–Algunos alcaldes tienen datos hasta del número de embarazos que hay en marcha en su concejo, tal es la carestía de nacimientos. ¿Usted también?
–¡Hombre! Los tengo controlados, no vayan a fallar. Hay que cuidar a esas madres. Mire, el colegio de Villayón tiene ahora mismo 37 alumnos, y el centro de 0-3 tiene cuatro niños –no ha acertado la Consejería de Educación con la denominación. En la variante de fala de Villayón debería haberse llamado ‘Os piquiníos’, pero se bautizó como ‘Los pequeníos’, dificultando lo suyo la dicción a los vecinos–. Aquí en el Día de la Mujer homenajeamos siempre a las que han sido madres el año anterior. Los últimos años son dos, dos, tres… en 2020, el primer año de la pandemia, fueron cuatro. Ese mismo año, tuvimos 27 fallecimientos.
–Es decir, casi siete veces más muertes que nacimientos. De seguido.
–Sí, el censo nos baja entre 20 y 40 vecinos al año. Y menos mal que está viniendo gente a vivir aquí. Por ejemplo, con los astilleros de Navia vino aquí una empresa, alquiló todos los pisos que había vacíos en la capital y entró a vivir personal que sí se empadronó aquí y todo. Alguno, incluso, le gusta mucho esto y se plantea traer a la familia. Ojalá. Son portugueses y rumanos, sobre todo, sin mucha dificultad con el idioma y fácilmente integrables.
–Es duro, luchar por cada habitante más, ¿verdad?
–Sí, y porque no se te vayan los jóvenes. Es muy triste que empresas como Ence, como Reny Picot o como el Astillero estén buscando profesionales fuera de la comarca porque falte formación aquí, y que los chavales de aquí, de esta comarca, tengan que ir a formarse fuera. Porque podrían hacer aquí su proyecto de vida, pero cuando se van para formarse fuera, al final, lo lógico es que casi ninguno vuelva.
SU LUGAR ESPECIAL
El centro de apoyo diurno
En el cruce entre el acceso a la bolera municipal y el mirador del pico de Villayón se encuentra el Centro Rural de Apoyo Diurno para Personas Mayores de Villayón. Cuando Estefanía llega, se percibe cariño mutuo entre los seis o siete usuarios que están en el acceso, participando al sol de primavera en una actividad de dinamización, y la alcaldesa. Y también de otros varios, que en cuanto se enteran de que Estefanía está a la puerta, salen a verla. «Me preocupa mucho que estén bien, por ellos y porque sus familias estén tranquilas mientras trabajan», dice. Ellos recuerdan con sonrisas historias de «cuando nevaba de verdad» en Villayón y de cuando trabajaban «en Uninsa». Ha llovido lo suyo.