ENRIQUE RIESTRA ROZAS. ALCALDE DE LLANES – 13.598 HABITANTES
«Que la vivienda sea el principal problema tiene causas: el crecimiento exponencial del turismo y la absoluta inacción de los gobiernos para regularlo»

OCTAVIO VILLA

Llanes. Afirma haber llegado a la politica «por casualidad. Conocí Vecinos x Llanes, me interesó el movimiento y decidí sumarme» para «sacar adelante un PGOU que pueda preservar el Llanes que todos conocimos y que en este Ayuntamiento puedan entrar las personas por sus méritos y capacidades». En esa autodefinición que tiene colgada en la web del Ayuntamiento, Enrique Riestra (Llanes, agosto de 1977) resume una crítica a los anteriores equipos de gobierno municipales del PSOE y a las dinámicas que asegura que generaron en la sociedad llanisca que ejerce de forma permanente. Licenciado en Derecho por la UNED en 2004 mientras «vivía y trabajaba en Londres», se especializó luego en la Complutense en resolución de conflictos. Con ese bagaje, se fue a Guatemala un año con una ONG, laboró en Costa Rica en derechos humanos, y ejerció de jefe de proyecto en Argentina para construir una escuela para una pequeña comunidad. Tras abrir su despacho como abogado en Asturias, se encuentra ahora en su tercer mandato como alcalde, con un partido que nunca ha ganado las elecciones, pero que lleva tres pactos de gobierno.

–Llanes es el ejemplo de que estar en zona rural no es una condena al despoblamiento. De hecho, la falta de vivienda dice usted que es su primer problema.

–Y quienes más hablan de ese problema son quienes más tienen que callar. Que la vivienda sea el principal problema tiene varias causas. Una es el crecimiento exponencial del turismo y de las viviendas vacacionales, que quitan muchos inmuebles del alquiler habitacional anual. Y otra, la inacción de los gobiernos para regular eso, que fue absoluta.

–El PSOE dice que el equipo de gobierno no pone terrenos a disposición del Principado para hacer vivienda social.

–Que lo digan quienes han tratado Llanes como un cortijo es curioso. No creían que fuésemos capaces de estar diez años gobernando y demostrando que se pueden hacer las cosas de otra manera, eliminando deuda y saneando las cuentas municipales. Año tras año, en los presupuestos del Principado Llanes está siempre en última posición. Yo le he pedido una reunión al presidente para que trate a Llanes como el municipio que es y no en función de colores políticos.

–Pero explíqueme lo de las viviendas sociales…

–Hay que remontarse a los años en que trataban Llanes como su cortijo. Había suelos dotacionales que se permutaron por suelo rústico, y ese cambio de un kilo de oro por un kilo de paja que no haría nadie en su sano juicio se hizo. Se suponía que iban a hacer una reserva regional de suelo y, a través de Sedes, habilitar 60.000 metros cuadrados que iban a expropiar ellos mismos. Entonces, por alguna razón que se me escapa, el Ayuntamiento compró 25.000 de esos 60.000 metros cuadrados. Y ahora, 18 años después, no ha habido ninguna actuación ahí. ¿Se engañó a los llaniscos, se jugó con nuestro dinero? Hoy lo que es claro es que no hay vivienda pública, y al señor presidente o el señor que lidera aquí la oposición, que fue el precursor de todo esto, se les llena la boca. Es una auténtica barbaridad, pero parece que está socialmente aceptado. Yo no entiendo cómo ningún votante socialista es capaz de aceptar que se haga eso con el dinero de los llaniscos. Solucionar el problema de la vivienda no es una cuestión de ideología de izquierdas o de derechas, sino de gestionar bien el patrimonio, que para eso estamos en política, no para ser un cacique.

–¿Cree que en eso se basa que Vecinos x Llanes pueda llevar teres mandatos al frente de la Alcaldía?

–Primero quiero aclarar que somos un proyecto municipalista, lo que al PSOE le hace explotar la cabeza. Somos un partido en el que convive gente de diferentes ideologías, con una idea muy clara de Llanes, de que la honestidad y el no robar no tienen ideología.

–El hecho es que aún hoy, Llanes parece la Ibiza del norte, en el sentido de que un camarero que quiera vivir de alquiler en verano aquí no puede.

–Eso pasa, eso pasa. Claro que pasa aquí. Pero es por lo que es, y si alguien quiere poner el foco en las entidades locales, evidente mente es que no sabe de competencias administrativas, porque la entidad local no tiene capacidad de ciertas gestiones. En Ribadesella pasa igual, en Cangas, parecido. Estamos con la Ley de Turismo ahora, que es un querer y no poder. Pero bueno, como en Asturias interesa más la palabra que la acción…

–En la parte positiva, se ha avanzado en desestacionalización del negocio turistico.

–Sí, cuando éramos guajes, el turismo era julio y agosto. Ahora se está abriendo el abanico. Los fines de semana de nueve o diez meses al año hay muy buena ocupación.

–¿Qué se está haciendo desde el Ayuntamiento para fomentar esa desestacionalización?

–Además de que estamos muy bien situados y se viene rápido desde Santander, Palencia, Bilbao o León, estamos trabajando mucho la programación cultural. El Festival de Luz, el Festival de Jazz… tratamos de tener ocupados todos los fines de semana. Y en esto se enmarca también la compra del Cinemar, para tener un espacio cultural amplio y versátil, pero sin meter 33 millones de euros en un auditorio.

–De un presupuesto municipal de…

–…de cerca de 20 millones.

–¿Y qué inversión supone el Cinemar?

–Pues su compra, unos 900.000 euros, y su rehabilitación y el proyecto que hay para él, aproximadamente 4,2 millones.

–Se le ve muy crítico con el PSOE. Pero en Asturias gobierna en coalición con IU…

–Tenía la esperanza de que IU fuera lo suficientemente fuerte para tratar a Llanes con justicia, pero no estamos viendo que eso sea así. Pero no hay imperio que sea eterno; creo que en las siguientes elecciones regionales ya tienen dudas de que vayan a ganar, el PSOE. No puede ser que en otros municipios se estén haciendo saneamientos y asfaltados y aquí se nos tenga castigados.

–Pero con IU sí que tienen ustedes buena relación. ¿Qué respuesta encuentra en Ovidio Zapico?

–Creo que en su consejería hay un cambio real y me gustaría que, como partido, tuviese la capacidad de decirle al PSOE que deje de castigar a Llanes por ‘haber votado mal’. Pero sí que es claro que Ovidio tiene otro talante, otra disposición y está afrontando temas que no se afrontaban. En todo caso, si el Gobierno tuviera que compensar a Llanes en los dos años de legislatura que quedan por lo no invertido en los diez anteriores, tendría que invertir aquí más que en Oviedo o en Gijón.
Financiación

–Una cuestión de la que todos los municipios pequeños se quejan es de escasez de recursos económicos. En el caso de Llanes, aunque ya no es tan pequeño en población, el problema es que hay momentos del año en que la población se multiplica por cinco o más con el turismo.

–Así es. Tenemos una desproporción de gente muy grande, y además de todos los turistas que vienen a otros concejos de Asturias la mayoría se pasan al menos un día de su estancia por Llanes. Y eso también suma. Hay momentos en que la población flotante multiplica por 10 la permanente. Por ejemplo, nuestra plantilla de Policía Local es de 16 agentes, pero en verano tenemos que meter otros 12.

–Pero tendrán apoyo de la Guardia Civil, ¿no? En otros concejos son los que compensan la carencia de Policía Local…

–Eso debe preguntárselo a la Delegación del Gobierno. Yo, como soy muy prudente, no voy a decir nada. Pero tengo previsto convocar a la Junta de Seguridad, porque es algo que tiene que saberse.
Ganadería y lobo

–Llanes no es sólo turismo. También ganadería.

–¡Y pesca, que no hay que olvidarla y que en Llanes es muy importante! Yo lamento tener que decirlo, pero a la ganadería se le está dando un trato muy malo, y hay que recordar que la gandería es la que ha creado el paisaje que tenemos y la que lo preserva. Y estamos viendo que no hay un sólo ganadero contento con la Administración regional. Nosotros estamos tratando de mejorar las condiciones de vida de los pueblos. Estamos ayudando con la Enfermedad Epizoótica Bovina, pese a no ser nuestra competencia, estamos metiendo 300.000 euros anuales en desbroces, que no existían. O 100.000 euros anuales en preparar bien las pistas ganaderas, las mangas, los pasos canadienses. En la Alcaldía nos explota la cabeza cuando vemos que el partido que metió al lobo en el Lespre es el mismo que intenta sacarlo, que la delegada del Gobierno que tenemos es la que levantó la mano para meterlo. Y el día en que lo saquen del Lespre, van a ir a Europa y se lo van a parar.

 

SU LUGAR ESPECIAL

Desde la Capilla de La Guía se ve ‘Gruenlandia’
«Soy del bandu de La Guía». Queda todo dicho. En Llanes se puede ser de La Guía, de San Roque o de La Magdalena. Y eso no sólo define la querencia festiva. Denota una forma de entender la vida y el modo de ser llanisco. Los de La Guía se identifican con la capilla que desde un altozano se enseñorea de la villa capital. Allí, con la mirada dividida entre la sierra del Cuera y las olas del Cantábrico, Enrique recuerda que «hace décadas trabajé de salvamento, y cuando volvíamos en la lancha neumática, yo solía decir que llegábamos ‘a Gruenlandia’, porque Llanes estaba plagado de grúas». El tono irónico apenas disfraza una crítica política de fondo. Es Llanes en estado puro. o. villa