CASA JESUSA. LOGREZANA (CARREÑO) – 291 HABITANTES
Josefina Vega dejó su trabajo en Avilés para volver al pueblo y empezar de cero con una ganadería. Ahora su proyecto de agroturismo engloba casas rurales y la opción de ser ‘ganadero por un día’

MARÍA JARDÓN

De encargada en una boutique de novia en Avilés, «un trabajo que me encantaba», a dejarlo todo y volver a sus orígenes. Ese es el paso que dio Josefina Vega hace 35 años tras casarse y quedarse embarazada. «Intentaba conciliar, disfrutar del bebé y decidimos retornar al medio rural», narra, «pero siempre fui una persona inquieta, me gustaba trabajar no sólo cuidar a mi hijo». Había una pequeña granja con 4 ó 5 vacas y en ese momento daban ayudas a los jóvenes por incorporarse al medio rural lo que la animó a dar el paso. «Empecé a comprar más vacas de leche y llegué a tener más de 70, luego bajé a 50 y ahora tengo 35», recuerda Vega. Una bajada que debe a las «cuotas lecheras ya que había que invertir mucho dinero», entonces decidió «diversificar hacia el turismo rural que empezaba a estar de moda», apunta.

Estudió más de dos años para aprender todo sobre el agroturismo, «curso que salía, curso que me apuntaba porque quería iniciarme y era algo que desconocía». Y es que, para esta emprendedora «la formación es fundamental hoy en día porque todo cambia». De hecho, continúa formándose y acaba de adaptar unos calendarios a su web con el kit digital «para que los clientes puedan hacer reserva inmediata. Las cosas avanzan, cambian y la gente quiere inmediatez», afirma.

Empezaron con Casa Jesusa, un antiguo caserío familiar con casa hórreo y la dedicaron a casa de aldea. «Era un paraje idílico rodeado de una pumarada y con la posibilidad de visitar una granja, fue un éxito», recuerda. Por ello, al ver que se vendía otro caserío en la zona «también lo cogimos y empezamos poco a poco a rehabilitarlo». No es solo un proyecto de turismo rural, continúan con la ganadería en la que producen leche para Central Lechera Asturiana bajo la marca ‘Ganadería El Pedregal S. C.’, «actualmente la formamos mi hijo y yo. Es el negocio familiar, la raíz de todo esto».

Recuerda que los comienzos no fueron fáciles, principalmente por la inversión económica, un punto en el que contó con la ayuda de los fondos europeos Leader a los que está muy agradecida, «no deberían desaparecer jamás porque gracias a eso hay pequeños proyectos que salen adelante, además ayudan a fijar población». Precisamente, es uno de los problemas a los que se enfrenta el medio rural: «echo en falta a día de hoy más gente joven vinculada al campo», lamenta, «aunque ahora hay incorporaciones de ganadería, sobre todo de carne».

Para Josefina Vega «Asturias tiene muchas posibilidades, el turismo rural es de mucha calidad sobre todo el que gestionamos personas», y afirma que «el futuro del turismo rural pasa por la atención personal y la diversificación hacia la integración en la naturaleza», esto es precisamente lo que ha hecho ella con su proyecto ‘Granjero por un día’ en el que los usuarios de sus viviendas y las personas interesadas pueden ordeñar las vacas o dar el biberón a los terneros, entre otras cosas.

Destaca el papel que jugará la apertura de la variante de Pajares en la llegada de más turistas. Espera que se busquen soluciones para que el turismo se desplace a los concejos rurales. «Estamos ilusionados con esos nuevos proyectos que pueda haber en torno al turismo que va a venir con el AVE». Y concluye, «el complemento al turismo rural puede estar en el turismo activo y el turismo gastronómico, son tres pilares que junto con el AVE, pueden atraer mucha gente a Asturias».