DAVID ÁLVAREZ SUÁREZ. ALCALDE DE PRAVIA – 7.789 HABITANTES
«A veces nos centramos mucho en el kiwi, y Pravia tiene las mejores fabes de Asturias, como en Los Cabos y Santianes»
OCTAVIO VILLA
Pravia. Con sólo 31 años, David Álvarez fue elegido alcalde de Pravia en 2015. Ya había sido concejal de Deportes y teniente de alcalde. Estudiante del San Luis y técnico superior en Administración y Finanzas en el Instituto de Pravia, hoy compagina la Alcaldía con los últimos créditos de la carrera de Económicas en Oviedo. Huérfano de padre desde los dos años, asegura que a la política llegó «porque siempre me gustó la política. Mi primera campaña electoral fue con 14 años en el Colegio San Luis, para formar parte del Consejo Escolar del cole. Y me enfrenté a un candidato que luego tuve como concejal en la oposición. De aquella sólo las chicas llevaban uniforme, y basamos la campaña en el rechazo al uniforme, mientras que los profesores querían que todos lo llevásemos. Al final no se consiguió, y ahora todos los alumnos lo llevan. Aprendí mucho de esa campaña; sobre todo, la importancia de creer en las ideas de uno, por más difícil que sea que se lleven a cabo», dice, con una sonrisa.
–Pravia lleva años siendo el símbolo de que una agricultura moderna y rentable es posible en Asturias. Y queda mucho por hacer.
–Gracias a figuras como la familia Marcos, que apostó por el kiwi, y el anterior alcalde, Toni Solar, que puso terrenos municipales a disposición de los emprendedores, se fue sumando el conjunto de la comarca y fuimos también apostando desde el Grupo Desarrollo Rural de una manera firme por la financiación de este tipo de proyectos. Yo creo que esa línea tiene que ser irrenunciable para la comarca, financiar y ayudar a los emprendedores, y también mejorar la ordenación del suelo. El Principado tiene lanzadas dos concentraciones parcelarias, en Los Cabos y en Pronga, que espero que facilite el acceso a la tierra.
–Porque el minifundio sigue siendo una rémora…
–Así es, se trata de uno de los grandes problemas que se encuentran los inversores que, para hacerse con una hectárea, tienen que negociar con ocho propietarios, lo que desgasta y desalienta un poco la inversión. Estamos en contacto también con el Banco de Tierras, con algún proyecto piloto que quieren poner en marcha aquí.
–¿Qué proyectos destacan?
–Feito y Toyosa está acabando de desarrollar la plantación de Peñaullán. La concentración de Los Cabos puede ser apetecible también por otros cultivos, que a veces nos centramos mucho en el kiwi, pero hay que tener en cuenta que Pravia cuenta con las mejores fabes de Asturias, que pueden ser un aliciente para Los Cabos y Santianes.
–El cambio climático está teniendo incidencia sobre las plantaciones de kiwi, que se están llevando río arriba por falta de frío. ¿Puede pasar que Pravia deje de ser el mejor lugar para el kiwi?
–Esperemos no llegar a eso, aunque es verdad que viendo algunas reacciones negacionistas… Y a quién pueda llegar a legislar este tipo de asuntos, creo que le tenemos que dar un toque de atención todos, estar atentos y preocupados. Es verdad que algunos emprendedores hablan ya de cultivos que suenan a otro tipo de climas, como el aguacate.
–En Navia y Coaña ya se está plantando con éxito.
–Sí, y me dicen los expertos que en Pravia no habría ningún problema para implantarlo. Lo que sí espero es que no lleguemos a ser un mar de plástico como El Ejido. Las vegas, tal y como están, tienen un doble sentido, el de la actividad económica y tambien el de un paisaje que no rompe con nada y es marca ya del Bajo Nalón.
–Pero Pravia va a más también en manzana. Los vecinos de la parroquia de Somao, en colaboración con Campoastur, tienen en marcha una gran iniciativa.
–Cierto. El Principado ha hecho una inversión fuerte en una iniciativa de la propia parroquia rural, que tiene un planteamiento medioambiental muy razonable y lógico. La mayor parte de la financiación de las parroquias viene de la venta de la madera de eucalipto y pino, y esta parroquia lo que quiere es tener unos ingresos sostenidos en el tiempo, que no dependan tanto de los eucaliptos, que además son dañinos para los acuíferos. En los montes comunales de La Peñona va a haber unas 17 hectáreas de manzano de sidra en ecológico, con unas vistas impresionantes siempre, y espectaculares cuando esté en floración. Y tendrá una zona casi museística, con las 76 variedades de manzanos de la DOP plantadas, para enseñárselas a los turistas y alumnos.
–Pravia tiene industria potente, como la empresa de termoplásticos o la cafetera. El polígono industrial está lleno… ¿Cómo se va a crecer en este aspecto?
–Tenemos previstas varias bolsas de suelo industrial, pero es posible que algunas, como la de Peñaullán, no sea posible desarrollarlas en estos momentos por el problema de la inundabilidad de nuestros terrenos llanos. En el valle de Arango, en Quintana, cuando el Principado anunció la obra de la carretera se pusieron en contacto con el Ayuntamiento varios promotores para desarrollar esos 40.000 metros cuadrados de suelo industrial, pero por lo mismo se enfrió esa intención y hace un año que estamos negociando diferentes opciones para conseguir suelo industrial desarrollable. Pravia está muy limitada por la inundabilidad, y las zonas altas son poco apetecibles por la accesibilidad. Centraremos los esfuerzos en los dos años que quedan de mandato en dejar este tema solucionado.
–En suelo agrícola hay una buena bolsa de terrenos aún utilizables, ¿no?
–Tenemos muchos montes comunales conveniados con el Principado, con la gestión cedida a ellos para las cortas. Y algo de suelo de vega, por ejemplo, en Beifar. Allí la accesibilidad es más compleja que en Peñaullán.
–El edificio del Ayuntamiento es de 1779, diseñado nada menos que por Ventura Rodríguez. Un tesoro que se conserva muy bien, pero muy saturado por tener que compartir el inmueble con los juzgados. ¿Para cuándo estará lista La Azucarera para trasladar allí los juzgados?
–Viene de muy atrás. Con el Gobierno de Areces se firmó un convenio de cesión. En el ala oeste iba la parte judicial, y en el ala este, un centro de empresas, oficinas de medio rural y demás. La obra por diferentes motivos se paró, y hace diez años, cuando accedí a la Alcaldía, retomamos el contacto. Parte de la obra está hecha, pero no toda, ni mucho menos. Después de solventar diferentes problemas urbanísticos que se detectaron, incluso en el convenio, a Justicia le interesa retomar el tema y hacer una sede judicial, pero mucho más ambiciosa de lo que había previsto. Nos reunimos con los técnicos y los políticos de la consejería, y finalmente, por motivos técnicos dicen que les interese más el ala este. Tuvimos que hacer una modificación notarial de los predios, de la división horizontal que había, y a finales de marzo lo que firmamos con el consejero fue el convenio de cesión de los espacios para la realización de la nueva sede judicial. A partir de ahí ellos se ponen ahora a redactar el proyecto y pretenden adjudicar la obra en este ejercicio. Mientras tanto, también hablamos con Sekuens y el Idepa, para conseguir financiación para la parte empresarial. Va a ser un centro de empresas y coworking referente en la comarca, porque hay tanta demanda que me atrevo a adelantar que sí que pediremos a Sekuens ir diseñando la segunda fase en la segunda planta.
La Azucarera
–¿Para cuándo?
–La primera fase tiene que estar ejecutada antes del próximo 31 de diciembre.
–Entre Pravia y Cudillero está previsto el parque eólico con los molinos más altos de Asturias, de unos 220 metros cada uno. ¿Sigue adelante?
–El parque de Las Palancas, en Cudillero, ha decaído por la cercanía a las viviendas. Para el que comenta, hemos registrado un escrito en el Principado, porque no estamos en contra, sino que símplemente pedimos que se garantice, como sé que está previsto, que se cumple con todos los requisitos tanto medioambientales como de calidad de vida de los vecinos más cercanos. Los promotores ya han presentado el estudio medioambiental al Principado, y supongo que irá adelante.
–¿Recibirá Pravia compensaciones suficientes por ese parque?
–Eso es una fase posterior, si el Principado da el visto bueno y en el pleno municipal se consensúa.
–Pero con la empresa ya se habrá negociado, ¿no?
–Hemos tenido varias reuniones, evidentemente, no está haciendo esto por detrás del Ayuntamiento ni mucho menos. Ahí tiene la sartén por el mango la Administración, porque el suelo es público, no privado, que es el problema que hay en otros municipios. Las condiciones tendrían que quedar definidas en un convenio, con el mayor beneficio posible para los vecinos y el concejo. Pero todavía no estamos en esa fase, porque esto aún va a llevar tiempo en el Principado. Debemos tomar las decisiones oportunas, porque es una decisión importante para Pravia, tanto en el ámbito de los ingresos como el de ciertas sensibilidades vecinales, en contra y a favor.
–Usted preside el Grupo de Desarrollo Rural del Bajo Nalón. ¿Hacia dónde debe caminar el desarrollo de la comarca?
–Tenemos una oportunidad con el turismo que debe ser sostenible, que debemos tener también la conciencia de apostar por la calidad, no por la masificación, sería un error tremendo. Si queremos fijar población, hay que tener oportunidades de empleo. El GDR y los fondos Leader, para mí, sin muy importantes, igual no tanto para grandes empresas que se puedan querer instalar porque puedan quedar fuera de las bases, pero sí para esos pequeños emprendedores y para gente que en momento determinado pueda estar plantándose marchar de la comarca por no tener oportunidades de empleo, que se pueden generar autoempleo tanto con la financiación del tícket del autónomo, una herramienta muy útil, muy importante, que puede ayudar a quitar ese miedo a emprender.
SU LUGAR ESPECIAL
La sala de trofeos del Colegio San Luis
Exalumno del colegio con mejor-peor fama de Asturias, el San Luis de Pravia, adonde los hijos díscolos de las mejores familias de la región eran enviados desde 1894 para aprender lo que era la disciplina, David se transforma en el niño que fue en sus pasillos, sus aulas y su biblioteca –que es también sala de trofeos, banderines y documentación del Club Deportivo Praviano y del propio colegio– por unos momentos. Habla de «años en los que la única preocupación era estudiar y divertirme con mis amigos», por ejemplo en la aún empedrada calle Príncipe, donde se yergue la casa que le vio nacer en 1983, uniendo la calle San Luis (la de su colegio), la plaza del Conde de Guadalhorce y la del Ayuntamiento, completando así su recorrido vital. o. villa