CONCHI PÉREZ. APICULTORA. MIEL CASA EL CAMPO. FONTORIA (VALDÉS) – 92 HABITANTES
Entre panales. Luarquesa del muelle, superó su pánico a las abejas y ha encontrado en las visitas guiadas a sus colmenas una forma directa de vender su producción sin intermediarios y divulgar la apicultura

PABLO ANTÓN MARÍN ESTRADA

Nacida y criada en el muelle de Luarca, Conchi Pérez lleva el ADN marinero por sus dos ramas familiares. Dejó la villa blanca para casarse en Fontoria, el lugar donde ha visto crecer a sus dos hijos: un chico de 26 y una chica de 16. Aquí se reinventó hace ocho años como apicultora. «Mi suegro tenía unas treinta colmenas y cuando falleció mi marido me animó para que le ayudase con ellas. Fui muerta de miedo porque las abejas me daban pánico, pero empecé a conocer su vida, cómo se organizaban, me fue gustando y acabé viendo una forma de complementar la economía de casa. Aumentamos las colmenas hasta las 370, levantamos una nave, me incorporé a la actividad agraria y aquí estamos», explica la emprendedora.

Con una marca acogida a la etiqueta ‘Alimentos del Paraíso’, Pérez forma parte del Consejo Regulador de la IGP Miel de Asturias, un proyecto en el que ha estado trabajando con otros apicultores y que ya es una realidad. «Desde un principio aposté por la calidad más que por mayor producción. Tengo una limitada de brezo, castaño y eucalipto en la que respetamos las tres floraciones, vendemos hasta que se acaba la cosecha y no compramos a terceros», detalla. Ese ha sido el enfoque por el que se ha guiado, unido a otra propuesta innovadora, la de organizar visitas guiadas a la explotación: «Tuve la idea como una forma de complementar las ventas y a la vez la gente te compra directamente, evitando intermediarios. Esta es una zona con gran afluencia turística y desde que empezamos funciona bastante bien: llevamos a los visitantes a ver las colmenas, les explicamos la vida de las abejas y su proceso de elaboración para terminar en la nave con una cata de mieles. Es algo que nunca se me hubiese ocurrido hacer en Tineo, por decir un sitio. El peso del turismo es fundamental y además creo que en Asturias, el campo está abocado a enfocar cualquier actividad a ese sector por lo menos en los próximos veinte años», opina.

Ventas online
Además de la venta directa a las visitas, Pérez da salida a sus productos –que incluyen polen y trozos de panal– en una tienda online: «Por muy rural que seas, tienes que estar en internet», afirma. Habla de la competencia desleal que suponen los productores ‘piratas’: «Aquí en Asturias no es lo que viene de China, es el paisanín que declara cinco colmenas, tiene treinta y lo vende en tarros sin etiquetar, es el problema fundamental y la lucha en la que estamos ahora desde la IGP. A nadie se le ocurre matar un gochu en casa e ir a vender las chuletas al mercado, pero con la miel se hace». También apunta a las dificultades de su actividad, «en la que dependes del tiempo que haga, la velutina que nos acribilla o parásitos como la varroa que te mata las colmenas. La Administración tampoco te pone las cosas fáciles y hay que armarse de valor y empeño para seguir», asegura. En su caso, le anima que su hijo Miguel esté tramitando su incorporación a la actividad. «Trabajé varios años como asalariado y quiero hacerlo para mí. No dependo de nadie y puedo organizar mi tiempo. Además gústame», confiesa ilusionado, aunque consciente de que el futuro no será fácil: «Lo sé, pero aquí estoy en casa».